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La teoría de la nada... y del todo

El Espanyol ya suma 39 puntos, tiene la salvación en el bolsillo y lo hace al son de un Darder soberbio. El medio es como Ewan McGregor en Big Fish: un narrador de historias.

La teoría de la nada... y del todo
Gorka Leiza

De la nada al todo. Acudir a Cornellà-El Prat es, en demasiadas ocasiones, un ejercicio de supervivencia. Ante el Celta, el conjunto perico 'regaló' muchos minutos a su afición de nada, pero pocos equipos son capaces de acelerarte el corazón con la facilidad que lo hace el blanquiazul. Los cambios de ritmo de Darder, los controles de RdT y, ayer, el gol de Wu Lei son un claro ejemplo cuando el partido estaba siendo soporífero. El tres veces ganador del Balón de Oro chino (2018, 2019 y 2021) emergió para hacer enloquecer a un estadio que estaba a punto de explotar. La paciencia tiene un límite y el delantero chino lo alejó.

Liberación. Qué difícil es jugar a ratos y con un runrún constante cada vez que tocas el balón. De ahí que el tanto que firmó Wu Lei (su primero esta Liga) fue una liberación. No hay mejor medicina que el gol y el punta chino se desquitó. Su celebración, con rabia, lo dijo todo. Como también el salto de alegría de Vicente Moreno con el pitido final, su abrazo con Dani Pendín, la carrera por la banda, con los brazos en alto, de Dani Pastor. El Espanyol, que ya suma 39 puntos toca con nueve de los diez dedos de sus manos la salvación. El +11 respecto al descenso permite al conjunto perico respirar aliviado. Y ahora una pregunta se viene a la mente: ¿Ambición o apatía? Los números en casa, con 31 puntos, son de Europa League. Un dato.

Respuesta. Un espejo en el que mirarse debería ser Sergi Darder. El centrocampista está en un momento dulce de su carrera y el 'Darderismo' retumba entre el espanyolismo. Lo que supone, implica y transmite. Su acción individual en el 36', con una conducción endiablada y repleta de calidad, su persecución a los jugadores del Celta en el 76' para evitar una salida nítida de balón desde atrás y su asistencia en el gol a Wu Lei. Los tres últimos goles del Espanyol han nacido de sus botas y suma ya ocho asistencias. Debe ser, sin duda, la bandera del proyecto de la próxima campaña. Esperemos que no llegue al punto en el que se haga la pregunta que Edward Bloom (Ewan McGregor) se hacía en Big Fish: "¿Has pensado que quizás no es que seas demasiado grande, sino que este pueblo es demasiado pequeño?". Es el narrador de historias de este Espanyol.

Situaciones. El duelo ante el Celta dejó frío a más de un espectador. Más de 18.000 personas acudieron al estadio, pero el ambiente estaba un tanto enrarecido. Silencio por momentos, desesperación en otros, pero en la mayoría se respiraba tensión. El árbitro señaló el descanso incluso unos segundos antes de llegar al 45' y fue entonces cuando se empezaron a escuchar tímidos silbidos. No parecía que apuntaban al césped, sino un poco más a la grada. Al palco. El gol de Wu Lei pudo salvar uno de los match ball que estaría viviendo Rufete, director deportivo perico, en su partido contra la grada. Al descanso, sonó el "Rufete, vete ya", pero tras los primeros compases la música del estadio los enmudeció. Cuando acabó el partido, mientras la gente desfiló hacia casa, por los vomitorios volvieron los gritos contra Rufete. Pero en definitiva, plebiscito que se puede considerar nulo.