El filial sale de su infierno

El infierno sólo ha durado un año. El filial del Atléticoya está una categoría por encima de esa a la que cayó hace una temporada, la Tercera RFEF. Ahora ya es de Segunda, sólo una por debajo de la Primera RFEF, su categoría de casi siempre. Los de Tevenet lo lograron a la primera oportunidad que tuvieron, el primer partido, el de hoy ante el Alcorcón B. No podían fallar. Y no fallaron. Jugaban en casa, en el Cerro del Espino, y lo lograron, que la fiesta se quedara en casa.

Líderes de su grupo, el 7, los rojiblanco dominaron el partido y el peligro, pero sin acobardar a un Alcorcón B que siempre dio la cara. El primer tiempo fue el de las ocasiones (Giuliano, Carlos Martín, Cala), el segundo de los goles.

Cantera con peso

Fueron dos de los futbolistas habituales esta temporada con el primer equipo quienes llevaron la ventaja al marcador nada más regresar los futbolistas del descanso. Carlos Martín y Marco Moreno. El primero botó el córner, el segundo lo llevó a la red en el 53'. Giuliano también había sido clave para la jugada, quien forzó el córner. También sería el autor de la sentencia, del 2-0 definitivo. Lo hizo de penalti que forzó Carlos Martín, derribado por Rintaro en el área. Lo celebró levantando su camiseta: debajo había un mensaje, para su abuelo, Carlos Simeone, fallecido durante el parón. Suma 19 esta temporada que comenzó con su padre llevándoselo a la concentración del primer equipo en San Rafael. Los meses le han dado la razón al padre. Giuliano estaba ahí no por el apellido, sino por la competencia. Su presencia ha sido clave en el B. Como la de Carlos Martín, Javi Serrano, Gomis, Manu Lama... Una generación de chavales que llaman fuerte a la puerta y que, como decía el Mono Burgos en aquel anuncio de Sra. Rushmore, ya están aquí. Sólo un paso por debajo de donde solían. Ya en Segunda RFEF. Adiós a la sombras del año pasado, del infierno, del pozo llamado Tercera RFEF.