Campeón con los campeones
El Madrid vislumbra otro KO al vigente defensor del trono. En Stamford Bridge, además, rompió dos maldiciones: ganó al Chelsea y a Tuchel por primera vez en partido oficial.
Dos fantasmas sobrevolaban Stamford Bridge el pasado miércoles. Dos maldiciones de ingentes dimensiones que ya son papel mojado en Chamartín. El Real Madrid nunca había ganado ni al Chelsea ni a Tuchel en partido oficial. Algo tenía el azul londinense que durante años se le había atragantado al conjunto madrileño; como algo tenía Tuchel en su pizarra y en su cabeza que ejercía de quiste crónico para un equipo que, al ver salir la bola del Chelsea en el sorteo, rápidamente pensó en que esta eliminatoria más que un susto era una oportunidad, la coyuntura perfecta para dar portazo a estas estadísticas. Y para volver a eliminar al vigente campeón, algo que el Madrid siempre ha hecho cuando le ha tocado enfrente.
Pero vayamos por partes. Real Madrid y Chelsea, hasta la noche del miércoles, se había enfrentado cinco veces en partido oficial: tres derrotas y dos empates, ese era el bagage para los blancos. La primera vez que se enfrentaron fue en la final de la Recopa de 1971 y la segunda, en la repetición de esa misma final. Porque en su primera cita el marcador quedó en empate (Osgood abrió la lata y Zoco hizo el 1-1 final); fue en la segunda cuando los blues, sólo dos días después, dictaron sentencia (Osgood volvió a marcar y Dempsey ejecutó; Fleitas dio vida durante un breve tiempo). La tercera vez fue en la final de la Supercopa de Europa de 1998, con victoria para los ingleses gracias a un tanto de Poyet. Y las últimas, en la eliminatoria de Champions del año pasado, con empate en el Di Stéfano y KO en Stamford Bridge. El Madrid sí ha ganado al Chelsea en amistosos (International Champions Cup de 2013 y 2016).
En lo que a Tuchel respecta, el número de victorias madridistas, hasta este miércoles, era exactamente el mismo que ante el Chelsea: cero. Hasta en seis ocaciones, seis, se había enfrentado el técnico de Krumbach al Real Madrid, manteniéndose invicto. En la Champions 2016-17, dirigiendo al Borussia Dortmund, se cruzó con los merengues en la fase de grupos, acabando sendos partidos en empates a dos. De hecho, ambos tuvieron guiones muy crueles con los madrileños: en le Bernabéu, tras ponerse 2-0, acabó empatando Reus en el 88'; mientras que en el Signal Iduna Park el que igualó fue Schürrle en el 87'. Luego llegaría otra fase de grupos con el PSG, en la edición 2019-20. No hubo película en París, con un sonrojante 3-0 a favor de los parisinos; mientras que en Madrid, de nuevo, los blancos tiraron una ventaja de 2-0 para ver como Mbappé y Sarabia les igualaban. Para completar las estadísticas hay que volver, de nuevo, a la eliminatoria contra el Chelsea del curso pasado, donde Tuchel ya era entrenador blue.
Un rey matareyes
Pero hay una estadística que los blancos tienen muy de cara tras el 1-3 del miércoles: siempre que se cruzaron con el vigente campeón lo eliminaron. Queda el partido de vuelta, algo a lo que todo el vestuario blanco, en las postrimerías, apeló, a la cautela. "Todavía quedan 90 minutos en el Bernabéu y hay que tenerle respeto al Chelsea, que es el actual campeón", dijo Casemiro. "Creo que el Chelsea no ha mostrado su mejor versión esta noche. La eliminatoria no se ha acabado y el fútbol cambia mucho", añadió Ancelotti. "No podemos pensar que está hecho, porque no lo está. El fútbol es así, un gol tempranero de ellos puede meterles de lleno", zanjó Courtois.
Pero la hemeroteca avala el optimismo. Hasta cuatro veces ha cruzado el destino al Real Madrid con el que era, en ese momento, el vigente campeón de Europa. Y en las cuatro pasaron los blancos. La primera vez fue en la 1997-98, en la que el Madrid eliminó al Dortmund, entonces campeón al haber derrotado a la Juventus en la final. Dos años después, la víctima fue el Manchester United, en un partido histórico por el taconazo de Redondo. En 2002, mandaron a la lona al Bayern de Múnich; mientras que en 2014, los madridistas volvieron a eliminar a los bávaros con una oda al fútbol en el Allianz. Pese a la bandera de la prudencia que ondea el actual Real Madrid, el resultado de Stamford Bridge permite a la afición ilusionarse con que su campeón puede volver a eliminar a un campeón.