El mejor jugador del patio del colegio
Phil Foden cambió el guion de los cuartos de final de la Liga de Campeones. Entró al césped y solo necesitó un minuto para crear el único gol del encuentro frente al Atlético de Madrid.
Cuando Phil Foden asomó la cabeza por el primer equipo del Manchester City, en las ruedas de prensa de Pep Guardiola siempre se colaba la misma pregunta. Cuando un puesto fijo en el once inicial para el canterano. El técnico pidió paciencia. Todo a su debido tiempo. Tranquilidad y buenos alimentos. Lógico, teniendo en cuenta la envergadura de la entidad y la edad del futbolista. Con 17 años vio como otro producto de la cantera celeste se marchaba a la Bundesliga buscando más minutos, y encontrándolos. Sin embargo, el fichaje de Jadon Sancho por el Borussia Dortmund no alteró el plan que Guardiola tenía para el joven Foden, de quien le habían contado maravillas.
Se diluyó la pregunta a medida que el catalán contaba cada vez más con el de Stockport. Sigue luciendo dorsal de canterano, el 47, pero Phil Foden está más que asentado en el vestuario cityzen. No dejen que les engañe. Que tampoco lo haga su físico. Pese a su estatura y su peso, cuesta arrebatarle la pelota al muchacho. Es rápido. Tanto con los pies como con la cabeza. Viéndolo jugar sobre el césped cualquiera puede imaginárselo superando rivales en el patio del colegio o regateando en las calles de su pueblo. Tiene aspecto de niño, pero empieza a ser uno de los hombres importantes, no solo del Manchester City, sino también de su país. “Si sigue evolucionando tal y como lo está siendo podría convertirse en el mejor jugador inglés de la historia”, dijo el excentral Joleon Lescott durante la retransmisión del encuentro en la televisión británica.
Después de vencer anoche al Atlético de Madrid, la mayoría de elogios fueron para Foden. Le bastó un minuto de partido para cambiarlo. Andaba enquistado el City. No encontraba la manera de perforar la zaga colchonera y sus únicos arrebatos llegaban con disparos lejanos y balones colgados al área. Visión, inteligencia y calidad. Uno, dos y tres. Así recibió de Rodrigo, así arrancó hacia el área rival y así ofreció la pelota a un compañero en el momento preciso. Cambiando la pelota de pie, moviéndose cual trilero. Ahora ves la pelota, ahora no la ves. Cuatro jugadores se echaban encima del inglés, pero este encontró a Kevin De Bruyne en el momento preciso. Con espacio y ya pisando área, el belga no perdonó. Lo celebró el Etihad, estalló Guardiola y la botella de agua que lanzó contra el suelo tras el gol. ¡Por fin!
“Llevaba la pelota pegada al pie”, exclamó el exfutbolista Dion Dublin en la radio de la BBC tras el encuentro. “Siempre está mirando hacia adelante con una actitud positiva. Cuando salió, sus compañeros empezaron a trazar diagonales”. Otro que también destacó la actuación del joven centrocampista fue Owen Hargreaves, ex del Manchester United, Manchester City y Bayern de Munich entre otros: “Es un jugador único, y todavía está en el inicio de su carrera”. “Phil estuvo brillante”, dijo también su entrenador Pep Guardiola. “Tiene una calidad especial con la que cambiar partidos. Su espacio y sus primeros pasos fueron importantes, y luego tuvo la compostura necesaria para encontrar a Kevin”.