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ESPANYOL

El Espanyol de Mao es realista

CEO nuevo, la historia perica de toda la vida: soportaron el asedio, buscaron el partido y decidió la polémica. Un penalti "light" según el árbitro y otro que sí pitó.

SAN SEBASTIAN, SPAIN - APRIL 04: Vicente Moreno of RCD Espanyol talks to David Silva of Real Sociedad during the LaLiga Santander match between Real Sociedad and RCD Espanyol at Reale Arena on April 04, 2022 in San Sebastian, Spain. (Photo by Juan Manuel
Juan Manuel Serrano ArceGetty Images

Entre estoico y desesperante. Se decía el año pasado que el paso del Espanyol por Segunda iba a ser como masticar tierra. Nadie contaba, sin embargo, que ese indigesto proceso continuaría esta temporada cada vez que el GPS detectara que se aleja de Cornellà-El Prat. Rechinan los dientes una y otra vez a domicilio, con escenas entre estoicas y desesperantes como lo fue esta visita a Anoeta. Con una Real Sociedad voraz en la presión y un conjunto perico por momentos hundido atrás, fiel al plan de Vicente Moreno, que trató de emular el exitoso ejercicio de resistencia de la primera vuelta, aquel 1-0 en el RCDE Stadium, donde la tierra no se mastica. Lo merodeó, pero le salió cruz en el último instante.

Oier, prueba superada. En estas que debutaba como titular esta temporada un Oier Olazábal que en su día se estrenó con la Real precisamente ante el Espanyol y en Anoeta, y que parecía estar destinado a abandonar el club perico, con el que finaliza contrato, sin pena ni gloria. Pero la lesión de Diego López le ha deparado un bonus, quién sabe si algo más, que el irundarra está aprovechando. Salvó el empate del Mallorca antes del parón, en una espectacular atajada a Muriqi, y contra los 'txuri-urdin' se exhibió primero ante Zubimendi, después frente a David Silva. Nada pudo hacer en el penalti de Isak, cuya trayectoria adivinó.

Del primer penalti... Total, que con Oier en la portería, Embarba por segunda jornada seguida en el once y el retorno de Puado en lugar del damnificado Vilhena, aguantaba el Espanyol el 0-0 camino de la media parte cuando Le Normand cometía un más que probable penalti sobre Loren, la otra gran novedad en la alineación perica como consecuencia de la baja de Raúl de Tomás, por una patada por detrás y un agarrón en la camiseta. Pero ni Jaime Latre sobre el césped ni Soto Grado en la Sala VOR le dedicaron un solo segundo y el juego continuó. También las protestas de Loren, que regresó del vestuario tras el descanso dialogando con el árbitro. "Es muy light", le decía el colegiado.

…Al gol anulado. Nunca se sabrá hasta qué punto esa mala conciencia por el penalti no señalado pesó lo suyo en la acción opuesta. La que ocurrió a los cinco minutos del segundo acto, cuando marcaba Sorloth pero el VAR entraba en juego para advertirle al colegiado que mirase en el monitor una posible falta del delantero noruego sobre Cabrera, capitán en Anoeta del Espanyol. Y a Jaime Latre le bastó una repetición, pese a la ligereza de la acción, para anularlo.

Los peloteros. Seguramente entraba en el plan de partido de Moreno, puesto que por ejemplo no retiró a un Yangel Herrera que estaba amonestado sino a Keidi Bare. Superada la hora de partido, y con el empate en el marcador, se juntaron sobre el césped Melendo, Darder, Yangel, Vilhena y Puado. Y no hubo más porque Morlanes estaba sancionado. Se animaron los pericos, quienes mejoraron su salida de balón, mantuvieron alguna posesión de más de diez segundos –eureka– y conectaron, sobre todo con el neerlandés. La entrada natural de Dimata por Loren y la ofensiva de Aleix Vidal en lugar de Óscar Gil confirmaron ese ánimo de ir, finalmente, a buscar el partido.

Mao Ye, nuevo CEO del Espanyol, en el palco de Anoeta.
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Mao Ye, nuevo CEO del Espanyol, en el palco de Anoeta.Carlos MiraRCDE

Y el penalti final. Pero el árbitro no había dicho aún la última palabra, y eso que el tiempo reglamentario ya se había excedido, cuando Calero –exquisito hasta ese instante– empleó una excesiva contundencia para derribar a Merino. El contacto fue mínimo, efímero, pero existente. Al menos, lo suficiente como para que el VAR no pudiera contradecir a Jaime Latre, que señaló sin dudarlo, esta vez sí, una pena máxima que decidió el signo definitivo del choque. No falló Isak.

Uno a CEO. Total, que debutó Mao Ye en el palco de Anoeta como nuevo CEO del club perico –aunque el fin de semana ya había presenciado en la Dani Jarque las cruciales victorias de filial y Femenino A–, y lo hizo con una dosis absoluta de realismo. El de la Real Sociedad, pero también el de la realidad del Espanyol de toda la vida. Con ese jarro de agua fría en el último momento. Igual que sus antecesores Robert, Guasch y Durán: sin ganar. Y como el propio conjunto perico cada vez que pisa el feudo realista desde aquel lejano 2-3 de 2015. Y poniendo fin a una meritoria racha de 16 partidos oficiales marcando. En definitiva, con 36 puntos. Y toda una vida por delante.