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CHAMPIONS (1/4, IDA) | M. CITY 1- ATLÉTICO 0

Correa pudo ser expulsado

El argentino dio un balonazo a Grealish, sancionado con amarilla. Iturralde matiza: "Si le expulsa no puede decir nada". Gabriel Jesús no estará en el Wanda.

Correa pudo ser expulsado

Ángel Correa pudo ser expulsado en el minuto 83 de la ida de cuartos de final entre Manchester City y Atlético de Madrid. El atacante perdió los papeles y le dio un balonazo, a priori intencionado, a Jack Grealish, que desató una melé en la banda cercana al banquillo de Pep Guardiola. Incluso al técnico se le pudo apreciar diciendo al argentino: "Estás loco, estás loco".

El colegiado rumano Kovacs saldó la acción pidiendo tranquilidad y amonestando a Correa con tarjeta amarilla. El resto de actores implicados, en una especie de tangana que se disolvió en segundos, no recibieron castigo alguno. Ni siquiera Grealish, que se levantó rebotado y se enzarzó con el que segundos antes le había golpeado con el balón.

Lo cierto es que a Grealish el balón le acaba golpeando en la cara, pero tras rebotar en su rodilla. Es decir, Correa no apunta a su rostro, si bien su gesto era merecedor de sanción. Iturralde González, colegiado de AS y del Carrusel Deportivo de la Cadena SER, analizó en directo la acción y confirmó que resulta indiferente, a nivel reglamentario, donde le golpeé el jugador rojiblanco.

"Si le expulsa no puede decir nada. Ya ha pitado la falta, está el juego parado y le lanza el balón. Le chuta a dar, no va a la cabeza, pero es lo mismo", analiza Iturralde. Un par de minutos después, algunos jugadores del City, enfadados por lo sucedido, siguieron protestando al colegiado. Gabriel Jesús se llevó la amarilla con regalo: no estará en el Wanda Metropolitano.

Posible roja a Laporte

Laporte y Cunha se enzarzaron, ya en el tiempo de descuento, muy lejos de la pelota. Ambos se encararon y el delantero rojiblanco se acabó echando al suelo. Finalmente, Kovacs pidió paz y decidió no castigar a ninguno de los dos. Lo cierto es que la repetición no evidenció que existiese una agresión suficiente para expulsar a alguno de los implicados.