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DEPORTIVO

Borja Jiménez: “No se me pasa por la cabeza tirar la toalla, Borja no va a dimitir”

Borja Jiménez, tras la caída libre del Deportivo, habla con AS de la situación del equipo, la suya personal, las opciones de ascenso, el juego, la plantilla…

Deportivo de La Coruña. Entrevista a Borja Jiménez
Jesus Sancho (Sanchofoto)Diario as

Borja Jiménez Sáez (Ávila,1985) atraviesa su momento más difícil desde su llegada al Deportivo este verano. El técnico blanquiazul se muestra convencido de lograr el ascenso y no renuncia a la primera posición, aunque ve más realista el playoff. Hace autocrítica, se muestra muy “tranquilo” respecto a su futuro al frente del banquillo, habla del sistema, los cambios, los arbitrajes, el lateral derecho, la delantera…

¿Fue a ver el partido de la Selección en Riazor?

Sí, aprovechamos para ver a la Selección, que siempre es especial. Se veía mucho ambiente antes y en el estadio. Es positivo que el fútbol de élite este cerca de A Coruña y del Deportivo.

¿Qué le pareció el partido?

Muy marcado desde el inicio, con mucha diferencia en propuestas y ritmo de juego. España fue muy superior y así quedó reflejado en el marcador. Los goles ayudan a dar alegría y que la gente lo pase bien. Para el espectador es mejor uno de 5-0 que un 2-1 para los que le damos vueltas a lo que ocurre en el campo.

¿Cómo ve a España de cara al Mundial?

Creo que hay muy buenos jugadores y es una Selección muy joven. Luis Enrique ha marcado desde el principio una idea muy clara de lo que quiere. Tiene un grupo formado con jugadores que pueden marcar una época como Pedri o Ansu Fati. Eso, junto a los Busquets, Carvajal o Jordi Alba hacen un muy buen grupo. A ver si tenemos suerte y podemos ser otra vez campeones del mundo.

La base táctica de Luis Enrique es un 4-3-3. ¿Se parece en algo a la suya?

Es verdad que la Selección es de 4-3-3 casi todos los días, con alguna alternativa si juegan Busquets y Rodri juntos. La base es tener la pelota e interiores muy altos, nosotros movemos en alguna ocasión más a esos tres jugadores. España juega muy bien al fútbol y sí, es la base un poco de lo queremos hacer nosotros. Ojalá, sería un buen espejo al que mirarse.

Muchas de las críticas le han llegado precisamente por cambiar ese sistema y optar por el rombo o defensa de cinco…

Es normal que cuando las cosas no van bien haya debate. Cuando ha ido bien también usamos esquemas distintos. Casi siempre hemos tenido tres para atacar y usamos cinco en muchas ocasiones con Bergantiños entre centrales, como en Majadahonda en la ida. Lo hicimos mucho porque el capi entiende muy bien el juego para cambiar entre cuatro y cinco. Tengo la percepción que no cambiamos tanto, pero al no ganar se genera debate, es totalmente entendible.

Esta racha de no ganar ha llevado al equipo a estar a nueve del líder con solo ocho partidos. ¿Coincide con Villares con que el objetivo es el segundo puesto?

Al llegar dije que había que llegar bien posicionados a abril y mayo, que era cuando se iba a decidir todo, y no lo hemos hecho. Durante mucho tiempo sí estuvimos, pero en febrero y marzo hemos estropeado casi todo el trabajo que había hecho anteriormente. Es una realidad y hay que afrontarla. El objetivo es ir partido a partido pensando que hay que ganar los ocho, más los tres puntos del Extremadura. Si sumamos esos 27 puntos, casi seguro que tendremos opciones de ser campeones. No dependemos de nosotros y suena utópico, el Racing está a gran nivel y 14 semanas sin perder. Ahora vemos muy lejos que ellos pierdan cuatro partidos y nosotros ganar nueve, pero lo vamos a intentar. Hasta que pite el árbitro hay que intentarlo porque hay posibilidades, muy lejanas, pero las hay. A ver si ganamos dos otres partidos, ellos se dejan algún punto y lo que se ve muy lejano podemos verlo más cerca. Está en nuestras manos ascender. Si no nos da directamente, habrá que ganar dos partidos más. Lo vamos a pelear.

Casi no habla de playoff. ¿No sería un discurso más realista?

La realidad es que aún ganando todos los días no nos dé para ser campeones, sí, pero hablaremos del siguiente objetivo, el playoff, a partir de que no sea posible el otro. Solo le puedo decir a mis jugadores y a la afición que el ascenso está en nuestras manos, no dependemos de nadie. Si no somos campeones estaremos a dos partidos del fútbol profesional. Nuestro mayor problema estos dos meses fue que todo el entorno, cuando digo entorno digo todo el mundo, pensó que estaba casi hecho y en diez días perdimos tres partidos seguidos. Y siendo todavía líderes, pensamos que ya se había perdido todo. Creo que ahí estuvo el error. A partir de ahí nos costó mucho más. Estoy convencido que vamos a ascender.

Además de la conocida presión y lo anímico, ¿futbolísticamente cómo convencería a la gente que es posible?

Tenemos que confiar en nuestros jugadores porque han estado muchas semanas demostrando, estando 13 jornadas sin perder. Eso es lo que tenemos que hacer ahora mismo. Ya lo ha hecho el equipo y ahora son incluso menos partidos. Estoy tranquilo, entre comillas, porque veo a mis jugadores. Sé que es complicado que la gente lo entienda. El otro día en Balaídos, y lo he vuelto a ver, desde el minuto 25 hasta la expulsión el equipo generó muchas ocasiones y fue superior. Eso, en las semanas anteriores, no lo conseguimos. Ni contra diez, ni con rivales en teoría inferiores. Perdimos e hicimos cosas mal, pero muchas otras mejor que antes. Eso te genera confianza. No se les olvidó jugar al fútbol y hay que trabajar la cabeza.

¿Qué se le pasaba por la cabeza en el viaje de vuelta de Vigo?

Fue un viaje jodido, muy jodido. Hubo silencio, reflexión interna y dolor, mucho dolor. Te pones en la piel de todos los que fueron allí, lo especial del partido, por cómo se desarrolló, por la impotencia de lo que ocurrió… En una acción que pudo ser el 1-2, te ves con diez. Esas derrotas duelen por la afición, por cómo se producen y porque no fuimos inferiores. Y con uno menos dominaron, pero la sensación que tenías era que el gol de ellos no estaba cerca. Sí que podíamos haber hecho más con balón en esos minutos, pero no tuvimos la capacidad.

¿Cómo mastica los arbitrajes de toda la temporada?

Es una pregunta complicada porque casi da igual lo que digas. Si los expones y dices la realidad, te dicen que es una excusa. Si no dices nada, mal porque no hablas contra los árbitros. Estoy en esa tesitura. Sé que diga lo que diga hay un núcleo grande de gente que le parecerá mal. ¿Hemos tenido mala suerte con ellos?, sí. ¿Han influido de forma negativa?, creo que también. Eso son hechos probados, no es algo que me invento. Que no tiene que ser una excusa por haber ganado tan poco en estas diez jornadas, también; teníamos que haber hecho más cosas. No podemos escudarnos en los árbitros, aunque tengan parte de influencia que nos ha hecho daño.

Y ahora toca el Rayo Majadahonda, que está a cuatro puntos. ¿Qué hay en juego?

Ahora ya son todo finales para nosotros. Ya es ganar y convencer, llegar a las últimas cinco jornadas con buenas sensaciones para que, sea lo que sea, estar bien. Si llega para ser prmeros, bien; sino llegar en buenas condiciones al playoff. Cada partido que nos queda es a cara de perro, que el aficionado se vea reflejado en la actitud del equipo. Hay que tener las sensaciones del tramo medio de la primera vuelta. Ahí fuimos fiables y muy superiores; eso nos va a permitir conseguir el resultado en el momento de la verdad.

En Vigo solo tuvo a Quiles y el sábado solo a Noel. ¿Cuál es el plan?

Tenemos dos bajas importantes, pero tenemos a Noel. Siempre hablamos de los tres delanteros tan buenos que tenemos. Han jugado juntos los tres, por separado… Noel ya jugó solo arriba en Copa ante Osasuna y lo hizo muy bien. Seguro que lo hará el sábado con total garantías.

¿Forzó usted a Trilli a infiltrarse?

Yo no tengo la capacidad de forzar a nadie ni soy el doctor. Ni sé lo que le pinchan, es una decisión de los servicios médicos y el jugador. Si el jugador no quiere, no se pincha. Sí digo que Trilli ha hecho un esfuerzo muy grande por ayudar al equipo, jugando en no las mejores condiciones, de eso no soy dudoso. Lo que también puedo asegurar es que hay muchos jugadores que se pinchan en diferentes zonas, es súper habitual en el fútbol. Que ante los dolores, en lugar de vía oral, les pinchen porque es más directo.

Se dice que Borja es poco autocrítico…

Borja es supercrítico consigo mismo. No habrá nadie que pueda criticar a Borja más que él mismo. Soy una persona muy reflexiva, que analiza cualquier tipo de decisión que tome. Está claro que el análisis se produce al final, pero durante la semana ves tanto lo que quieres que se produzca y de la manera que quieres; es lo que te lleva a tomar decisiones. Cuando el resultado es bueno o malo, analizas… ¿y si hubiera hecho esto o lo otro? Pero no sabemos nunca lo que habría pasado. Asumo todas las críticas desde el respeto y la educación sabiendo cual es mi puesto en una institución gigante. Todo el mundo haría cosas diferentes cada semana porque todo el mundo tiene un entrenador dentro.

Dígame una crítica que Borja le haría a Borja.

Me haría bastantes. Todos, en nuestro día a día, si somos críticos podríamos hacer cosas de otra manera. El problema de los entrenadores es que lo hacemos a la vista del resultado. Entonces esa crítica ya está condicionada por lo que ha pasado. Seguro que ha habido momentos del año, cuando el equipo ganaba mucho, que quizá tendríamos que haberle exigido más todavía a los jugadores. Probablemente se hayan descuidado cosas a nivel táctico que nos ha llevado a que, en un momento determinado, los balones que entraban ahora peguen en el poste. Que el jugador haya perdido esa agresividad tiene parte de culpa el entrenador y parte de culpa que el jugador lo vea como normal.

¿Buscaba algo de eso cuando cambió el dibujo después del empate en A Malata?

Los equipos empezaban a controlarnos y nos interesaba darle una vuelta a todo lo que era el equipo, sabiendo que correríamos riesgos en defensa. Como entrenadores nunca hemos dejado de hacer cosas porque estuviéramos ganando. Siempre hemos seguido dándole una vuelta más a lo que hacía el equipo. Todo lo que hacemos durante la semana lleva reflexión y análisis muy profundo. Estamos todo el día trabajando y buscando soluciones. Y muchas veces lo que quieres aportar no sirve porque hay factores que como entrenador no puedes controlar.

¿Se arrepiente de no haber vuelto antes a esos tres mediocentros, esa ‘zona segura’?

Tendría que revisar alineaciones, pero puede ser… no sabemos lo que habría pasado. Cuando el equipo estaba peor hemos intentado meter más jugadores de pelota para tener más control del juego. No sabría decir. Dentro del análisis a posteriori, en los partidos que has perdido harías cosas diferentes, pero no tengo la certeza de que haciendo otra cosa hubiéramos ganado.

¿Entiende las críticas por tardar con los cambios o no hacerlos todos?

Siempre digo lo mismo. En algún momento igual permiten hacer 11, pero eso no quiere decir que los tengas que hacer. Tarde o no tarde, los hacemos cuando creemos que el equipo necesita algo diferente a lo que hay en el campo. Bien sea un concepto táctico porque las cosas no salen, por fatiga… en Badajoz hacemos tres cambios en el descanso y empeoramos al equipo. En la primera estás mal, espeso… pero das un palo. Sin hacerlo bien, con algo de fortuna habrías ido 1-1. Y en cambio, la segunda parte no hubo por donde cogerla.

Da la sensación de que así se aprovecha poco la plantilla…

Es posible. Pero siempre digo que en este tramo en el que no ganamos, el 90 por ciento de la plantilla ha tenido al menos un partido de titular para demostrar. Para decir ‘el equipo no gana, ese lo hace mal, salgo yo y lo hago bien’. Se trata de analizar rendimientos. Y no es tanto participar 90 minutos o salir de inicio, sino que cuando tengas que hacer 15 minutos lo hagas bien. Y para eso hay una semana de entrenamientos donde el compromiso y la actitud tiene que ser del 100 por 100. De lo contrario generas dudas. Seguro que hay jugadores que piensan que pueden jugar más. El futbolista por lo general piensa que es mejor que el que tiene al lado. Pocos analizan y dicen, ‘joder, esos están muy bien, yo no puedo jugar ahí’. Y creo que en nuestra plantilla hay 2 o 3 futbolistas, quizá alguno más, con esa capacidad de análisis y de trabajar día a día para cuando le llegue su oportunidad, estar preparados.

¿No teme que se desenchufen muchos?

Siempre se desenchufan, siempre. En todas las plantillas. No sólo en el Deportivo. De 25 futbolistas vas a tener, en el mejor de los casos, a 2 o 3 desenchufados. Y eso hablando de equipos con tres competiciones. En una plantilla con 90 minutos a la semana, lo normal es que tengas 6 o 7 que los veas entrenar y digas ‘no tienen la capacidad para hacerlo (jugar)’. Es supernatural y pasa en todas las plantillas, no hay gestión que lo cambie. El jugador, cuando no participa pierde concentración, ilusión… Ves el Racing y son casi siempre los mismos, en el Rayo Majadahonda, igual… pasa en todas las plantillas.

¿Qué piensa uno cuando se sienta en una sala de prensa y le preguntan si tiene pensado dimitir?

Entiendo que, como en cualquier trabajo, uno no se vea capacitado y se vaya de la empresa. Es loable pensar que hay gente así. Pero la mayoría de la gente intenta revertir las situaciones, trabajar más y estar, no digo contento, pero tranquilo con el trabajo que hace, con la dedicación a su empleo. Al final te contratan porque vienes cosechando éxitos o por lo menos porque tu trabajo te avala. Mientras hagas ese trabajo, estás haciendo las cosas bien, aunque no salgan. En el fútbol nadie te asegura ganar, ni Borja Jiménez, ni nadie. Lo que uno tiene que estar es tranquilo de dar todo de sí. Si das todo por este escudo, por este equipo, lo más lejano que piensas es en tirar la toalla. No se me ha pasado por la cabeza en ningún momento, ni se me va a pasar. Tengo una gran responsabilidad por el club en el que estoy, tengo una empatía tremenda con la afición y me siento respaldado por la gente de a pie en el día a día. Eso es lo que me encuentro. Tengo tanta empatía que lo único que quiero es trabajar y trabajar más para cuando acabe el año, conseguir el objetivo. No conozco otra fórmula que el trabajo, que es lo que ha valido en el mundo del fútbol. Así que Borja no va a dimitir. Estoy convencido de que en unas semanas lo veremos todo con otro prisma. Mi intención es ser el entrenador que ascienda al Deportivo a Segunda, el entrenador que le dé al club estabilidad en el fútbol profesional.

Es fácil hablar de continuidad y proyecto cuando se gana, ¿es en momentos como este cuando un club decide ser estable o no?

Está claro. El club en ese aspecto ha dado un paso adelante por lo que conozco de otros años. Con este consejo, la dirección deportiva… nos respalda nuestro trabajo aquí y de años anteriores. Lo tienen claro, pero sabiendo que cuando uno no gana tiene más dudas. Pero todo el mundo, las tiene mi padre, que me llama y me pregunta por qué no gano. Es normal que en la no victoria la gente se lo pregunte, lo veo natural.