Los efectos ocultos del virus FIFA
Las bajas de Gaku, Bárcenas y Omeruo tuvieron consecuencias en la goleada de Las Palmas más allá de lo visible y se dejaron notar en el juego blanquiazul.
Decía José Mourinho que las victorias tienen muchos padres, pero las derrotas solo uno: el entrenador. En la goleada de Las Palmas ante el Leganés, el técnico pepinero, Mehdi Nafti, se mostró autocrítico, pero en su descarga de responsabilidad, un análisis más profundo revela que no lo tenía fácil por las consecuencias de un virus FIFA que, a priori, parecía inocuo. La realidad, sin embargo, es que los estragos de perder a tres internacionales de golpe (el club más afectado de Segunda junto con la Real B) se dejó notar bastante en el marcador. El naufragio blanquiazul en tierras canarias encuentra padres más allá del banquillo.
Cierto es que ni Gaku, ni Omeruo, ni Bárcenas estaban teniendo protagonismo habitual como titulares inamovibles en los planes de Nafti. Pero eso no resta peso a las aportaciones puntaules que estos tres jugadores han hecho a lo largo de la temporada, más en un panorama de circunstancias como el que afrontó el Leganés en Canarias, afectado por la baja de un José Recio que condicionó el once, el planteamiento y el marcador.
| Clasificación | PTS | PG | PE | PP |
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| Próximos partidos |
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El recambio para Recio
Gaku, por ejemplo, podría haber ejercido de recambio solvente de Recio para mantener tres centrocampistas llevando la manija, como sucede cuando Nafti junta como es costumbre a Recio, Cissé y Pardo. Cierto es que el nipón se había caído de los últimos onces (encadenaba cuatro jornadas sin ser titular), pero no menos cierto es que en esta temporada ha jugado 27 encuentros. No es precisamente el centrocampista un hombre al que se le pueda calificar de suplente (de hecho, es el 11º que más minutos ha jugado), ni de irrelevante. De ahí que su ausencia, unida a la de Recio, tuviera un efecto multiplicador.
Bárcenas como revulsivo
También las bajas de Bárcenas y Omeruo tuvieron sus consecuencias. El primero había sido, de los tres internacionales, el que había recuperado su presencia en el once, y aunque se cayó de la última alineación ante el Sporting, venía dando un rendimiento creciente que ofrecía incluso desde el banquillo alternativas de desborde y velocidad desde el banquillo. De hecho, ante el Ibiza vio puerta por un polémico fuera de juego tras asistencia de Arnáiz. Tampoco su aportación estaba siendo baladí.
El refresco de Omeruo
Omeruo es, de los tres, el que menos peso está teniendo en esta temporada en la que las lesiones, el COVID y precisamente sus convocatorias con Nigeria le han restado protagonismo. Sucede, sin embargo, que su vuelta tras lesión se había acogido en el Leganés con cierto optimismo por la opción de dar rotaciones a una zaga que viene jugando con lo justo desde hace tiempo. Sin embargo, al estar ausente, de nuevo, dejó a Nafti sin muchas alternativas de querer rotar y, por lo tanto, añadió minutos en las piernas de una línea agotada.