Arribas salva al Castilla sobre la bocina tras un error arbitral
El filial blanco fue superior y logró empatar a última hora el tanto inicial de Leandro. Miguel marcó un gol legal que fue anulado. Punto que sabe a poco para los de Raúl.
El cielo de Madrid aparecía encapotado y el Castilla lo intentó, lo intentó, pero no logró desencapotarlo. La Balompédica tuvo una única ocasión en un córner en medio del empuje local y se fue al descanso con ventaja. Los de Raúl empujaron en la segunda parte. Un grosero error arbitral les arrebató el empate en el ecuador por un inexistente fuera de juego de Miguel Gutiérrez, pero Arribas consiguió el premio prácticamente sobre la bocina. Un punto que sabe a poco y que deja al filial madridista en el limbo: a cinco del playoff y a cinco del descenso.
El encuentro arrancó sin sorpresas, con el Castilla queriendo y la Balona impidiendo. Los de Monteagudo son uno de los equipos más rocosos de la categoría y no es algo casual. Raúl agitó la coctelera con respecto al triunfo ante el Sabadell, entre necesidades y elecciones. A las bajas de Blanco (con la Sub-21) y Aranda (sancionado) respondió el Siete con Morante y David, que fue uno de los grandes protagonistas de la primera parte, junto a un Arribas que fue una culebrilla entre líneas.
El 10 conducía y permutaba posiciones con Peter. El 20 sacó el rifle a pasear e instaló el uy en la grada del Di Stéfano con dos zurdazos tremendos, sirviendo el último de trampolín a los mejores minutos blancos. En el 35' Latasa probó a Varo, que dejó muerto el balón para un Miguel Gutiérrez que, tras hacerlo todo bien, falló incomprensiblemente a puerta vacía. Sin tiempo para respirar, derechazo, de nuevo, de Latasa y el portero del equipo de La Línea parecía un paredón: el rechace se lo sacó a David a bocajarro. Los tambores del descanso se escuchaban tímidamente cuando un córner aislado, que Dorrio botó y Leandro, solo en los once metros, cabeceó donde Fuidias no podía llegar, congelaron al filial madridista. El buen juego es un trampantojo si falta el tino.
El parón cambió el panorama y Raúl, inquieto todo el choque, buscó un electroshock: dio más libertad a Miguel, convertido en extremo, y sacó a un desafortunado Peter. Entró Álvaro, 17 añitos de puro descaro y verticalidad que a la primera que tuvo recortó en el balcón del área y disparó a lo Robben. Varo rechazó y Miguel mandó al fondo de la red un balón que, de haber VAR, hubiera supuesto el empate, pues el lateral estaba claramente en posición legal. Pero en esta categoría manda el banderín para desgracia de los de Raúl. Traerá cola la jugada.
Alegría a medias
No tiraron la toalla los locales. Álvaro percutía y Miguel las ponía, convirtiendo en la izquierda en el carril de la esperanza. Un centro del segundo acabó en la bota de Latasa, pero ahí estuvo una vez más Varo, con la capa puesta. Theo Zidane entró al campo, reduciendo aún más la edad media castillista. Los minutos finales fueron corazón e ímpetu. Los centrales visitantes apagaron los fuegos como podían, mientras que Gonzalo, recién ingresado pudo igualar el choque en otra ocasión que se fue al limbo.
En un encontronazo se hizo daño Varo, que dejó en el 91' y se llevó el cerrojo con él. Álvaro, en su enésimo intento de encarar, habilitó a banda cambiada a Arribas dentro del área. La pisó, demostró que es jugador de otra categoría y la enjauló. 12 goles lleva ya el pichichi castillista. Empate insuficiente. Más si cabe por el gol arrebatado. Mal menor en un partido encapotado, como el cielo madrileño. El cantaro se rompió, pero demasiado tarde para más heroicidades.