Países Bajos 4 - Dinamarca 2

La derrota más dulce de Eriksen

El danés marcó en su regreso son la selección diez meses después de sufrir un ataque al corazón en la Eurocopa. Países Bajos se impuso 4-2.

Eriksen saluda a la afición tras el Países Bajos-Diamarca.
PIROSCHKA VAN DE WOUW
Ignacio Camacho
Redactor de Fútbol Internacional de Diario AS desde 2018. En 2013 entró en AS como becario y en 2015 hizo el Máster UAM-El País, que le permitió volver a entrar en el diario en 2016. Desde entonces AS es su casa. Escribe de fútbol internacional, las categorías inferiores de la Selección y, cuando le dejan, de cine.
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Lo que más le cuesta a un cronista es escribir sobre un amistoso. Al menos, es el caso del autor de este artículo. Hay pocas conclusiones que sacar y poca épica que narrar. Sin embargo, se hace más fácil, e incluso con más gusto, cuando pasan cosas como las que han ocurrido este sábado en el Johan Cruyff Arena. No todos los días marca un gol a los dos minutos de reaparecer con su selección un jugador que diez meses antes, en su último encuentro como internacional, esquivara por muy poco a la muerte. Emociona. Y una historia así es más épica que todas las que se puedan contar de un partido oficial. El héroe se llama, cómo no, Christian Eriksen.

El resultado del Países Bajos-Dinamarca es lo de menos. Se podría decir que Van Gaal ha tardado menos menos de un año en volver a darle a la Oranje la identidad que pareció haber perdido con Frank de Boer, que había heredado previamente un buen equipo formado por Koeman, aunque parezca impensable. La escuela holandesa, con la presión alta, el fútbol de toque y el juego por bandas, vuelve a ser santo y seña de una selección que tiene buenos cimientos para dar que hablar en el próximo Mundial de Qatar 2022. Pero como venía diciendo, todo eso es paja hasta que no haya un objetivo real por medio.

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Los que fueron al Johan Cruyff Arena disfrutaron de una primera parte alegre y divertida con tres goles de cabeza (Bergwijn, Aké y Vestergaard) en menos de media hora y otro tanto de Depay, de penalti, que empieza a sonar casi tan bien como aquello de "Cristiano, a la barrera".

Tras el descanso, todo el campo se puso de pie para ovacionar la entrada de Eriksen, que volvía a vestir la camiseta de Dinamarca diez meses después de que en la Eurocopa se lo llevaran en camilla completamente inconsciente del Parken Stadion de Copenhague por un ataque al corazón que casi acaba con su vida. No tardó ni dos minutos en marcar un golazo por la escuadra, rematando de primeras con la derecha un pase desde línea de fondo de Skov Olsen. Era el primer balón que tocaba. Lo que pasó después en el partido fue irrelevante. Berjwing anotó el cuarto de Países Bajos a pase de Frenkie de Jong, pero a quién le importa cuando el fútbol regala alegrías como las de ver a Eriksen celebrar un gol con Dinamarca.

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