La inferioridad en el centro del campo lastra al Real Valladolid
Tanto Las Palmas, como Oviedo cimentaron sus victorias en su superioridad en la zona ancha donde Aguado y Roque Mesa se ven superados.
Muchas son las razones por las que el Real Valladolid parece haber bajado su nivel en los dos últimos partidos, pero una de las más evidentes es que se ve superado en la zona ancha, en la posición de mediocentro, donde tanto el Oviedo, como Las Palmas pusieron tres jugadores y superaron en todo momento a Aguado y a Roque Mesa. Los pucelanos no podían con la presión canaria, en algunos momentos con marcajes individuales, y no llegaban nunca para desactivar el toque, cuando no rondo, de los canarios, que mediante este control de la zona media dominaron todo el partido.
En la pelea por tener el balón, Las Palmas llegó a tener más de un 65% de la posesión durante alguna fase del encuentro, aunque finalmente sólo se impusieron con un 53%, pero es llamativo porque los blanquivioletas suelen tener más posesión que sus rivales. Mayor todavía fue la cesión del balón en el encuentro ante el Oviedo, donde los asturianos acabaron con un 61.5% de manejo de esférico, aunque estos datos vienen influenciados por el hecho de que Carnero fue expulsado en el minuto 13. Sin embargo, tanto los azulones, como los canarios colocaron, al menos, tres jugadores en la zona de batalla. Ziganda alineó a Luismi, Brugman y Mier y Pimienta a Viera, Mfulu y Kilian, aunque también se centraba Moleiro. Esta formación, que también la han usado otros equipos para generar superioridades y, por tanto, problemas a los pucelanos, descolocan tanto a Roque Mesa, como a Aguado, que tampoco tienen mucha ayuda de otros compañeros. De hecho, al 17 se le vio el sábado pidiendo a sus centrales que avanzaran con el balón para dividir y sumar efectivos en el centro del campo.
Y todo ello pese a que el acierto en el pase de los dos medioscentros pucelanos estuvo por encima del 85% frente a los canarios, pero con la "trampa" de que muchos de esos pases eran de seguridad, es decir, hacia atrás. Roque Mesa apenas intentó 41 pases cuando tiene una media de 60 intentos por partido durante la temporada, como Aguado que sólo intentó 35 ante los amarillos, aunque sólo jugó 57 minutos. Las soluciones de dar entrada a Anuar y Monchu no dieron resultado porque el ceutí jugó primero pegado a la banda y sólo con la salida del campo de Roque Mesa pasó al centro. El balear coincidió con el canario y luego formó pareja con Anuar, pero siempre en inferioridad en la zona ancha del terreno de juego.
De esta manera, el equipo pide a gritos un cambio de formación cuando el rival juega con tres medioscentros para igualar numéricamente en esa zona. Las opciones pueden ser Anuar, Monchu o Joaquín, pero da la sensación de que la inclusión de otro hombre en la zona ancha es completamente necesaria para poder tener el balón, origen del fútbol blanquivioleta.