Baile de sistemas en el Alavés

Lesiones, sanciones, COVID-19 y decisiones técnicas, pero la realidad es que Mendilibar está experimentando con varias posibilidades a la hora de hacer los dibujos de su equipo. A él siempre le ha gustado jugar con el clásico 4-4-2, pero no lo ha hecho muy a menudo con el Deportivo Alavés. Es posible que este sábado, ante el Granada, lo retome.

Últimamente, lo que le ha funcionado bien es el trivote. Primero colocó a Tomás Pina por delante de la defensa y luego, cerrando el triángulo, a Escalante y Loum (4-1-4-1). Pero llegó la lesión de aductor del manchego y tuvo que variar sobre la marcha. No encontraba a un jugador de sus características y entonces colocó un doble pivote por delante de la zaga con Pere Pons de media punta. Un 4-2-3-1.

En ambos casos le salió bien las apuestas ya que el equipo sumó una victoria y algunos empates y, en los partidos que perdió, dejó buenas sensaciones. Pero Mendilibar sueña con recuperar su esquema tipo, el de cuatro defensas, otros tantos medios y dos delanteros. Está claro que lo que no quiere es perder la batalla del centro del campo.

Esta circunstancia lleva, por ejemplo, a que Manu Vallejo apenas tenga protagonismo en este club. Un equipo con falta de gol, un gran jugador cedido por el Valencia y muy pocos minutos sobre el césped. Si juegas solo con un punta, Joselu es la referencia. Con el 4-4-2, Manu Vallejo tiene cabida en el once inicial. El domingo, contra la Real, tuvo la ocasión más clara del duelo. Está claro que huele la pólvora.

El entrenador del Alavés no está dando todavía con la tecla, pero depende de sí mismo para conseguir el objetivo de la permanencia. Quedan diez partidos y hay rivales directos como el Cádiz, Rayo, Mallorca, Levante o choques factibles para sumar como el Espanyol o el Villarreal en casa. La primera piedra de toque, este sábado a las 14 h. en casa contra el Granada. En el choque de ida, se quedó 2-1.