Un "premio al trabajo" de Sergio León
El atacante recibió el galardón al mejor jugador del mes pasado en el Real Valladolid e instó a mirar al próximo envite tras referirse al de Oviedo.
Sergio León recibió este miércoles el premio que le acredita como mejor jugador del pasado mes de febrero de un Real Valladolid que quiere pasar la página de lo acontecido en el Carlos Tartiere y mirar al frente, al partido del sábado ante Las Palmas. Eso animó a hacer el delantero, que se mostró "muy contento por el premio al trabajo", que es como definió dicho galardón, después de un mes en el que intentó "aportar lo máximo" y en el que hizo "goles y asistencias".
Antes de zanjar lo sucedido ante el Real Oviedo, el ariete definió la derrota como "un palo duro", en el que los blanquivioletas se vieron condicionados por haber jugado tanto tiempo con uno menos. "Cuando juegas con uno menos contra un rival tan duro, se nota. A pesar de ello, trabajamos muy bien. Hubiera estado bonito jugarlo once contra once con toda la afición que fue a animarnos", aseveró, antes de recordar la acción "fortuita" de Carnero.
Y es que, en opinión de Sergio León, su compañero fue "sin maldad, con la mala suerte de que le pisa". El árbitro pitó falta, pero "no sacó ni tarjeta", recordó el andaluz, que, haciendo memoria, mencionó un pisotón que sufrió "prácticamente igual contra el Málaga" en el que no se cobró falta ni hubo revisión. "Hay muchas ocasiones en que recibo golpes y se quedan en nada, y con muy poco nos pitan faltitas", concluyó sobre este tema.
Mirando ya al frente, para el delantero, Las Palmas no será un rival sencillo, ya que es "un equipo con jugadores importantes, de los mejores de la Liga, como Jonathan Viera o Jesé", a los que, sin embargo, no teme, habida cuenta de que los blanquivioletas se están mostrando "muy fuertes" en casa". Aunque la jornada se prevé importante, con enfrentamientos directos, para él no será decisiva, ya que quedan "muchos puntos en juego" y once jornadas por vivir.
En estas, Sergio León espera experimentar "más lo bonito que lo duro" de la competición, con la misma máxima del sacrificio y la concentración de siempre, sin dar nunca por hecha su titularidad, dado que "incluso los que llevan diez jornadas seguidas jugando el viernes no saben si van a jugar", un valor que destacó como positivo en el ideario de Pacheta y que considera que es "bueno para la motivación en el día a día" del plantel.