Los dos 'exiliados' del PSG que brillan en Alemania
Moussa Diaby y Nkunku están siendo dos de las grandes figuras de la Bundesliga esta temporada tras salir por la puerta de atrás en París.
La mala gestión del PSG con sus canteranos durante los últimos años ha comenzado a pasar factura en la capital francesa. Si la dependencia de los de Pochettino es Mbappé es extrema, las alternativas que hay en el banquillo vuelven a poner de manifiesto que el equipo no ha dado grandes oportunidades a las mayores joyas que tiene en el centro de formación. Dos de ellos, Nkunku y Moussa Diaby, por no mencionar a Kingsley Coman, consagrado como estrella en el Bayern, están brillando esta temporada en la Bundesliga.
Respecto a Nkunku, la evolución del canterano del PSG en el Leipzig ha sido impresionante. Esta temporada, el atacante ha sumado 26 goles y 15 asistencias en todas las competiciones. Tal está siendo su nivel que Didier Deschamps podría incluirle en la lista de convocados que dará a conocer este jueves. En París, durante las cuatro temporadas que estuvo en el primer equipo, Nkunku jugaba de interior e incluso de mediocentro en doble pivote. Eso le obligó a salir por 12 millones de € al Leipzig, equipo en el que, ya sea como extremo o delantero, está brillando a un nivel que provoca que el PSG se tire de los pelos por haberle “regalado”.
Por otra parte, Moussa Diaby es otro de los canteranos del conjunto parisino que se están erigiendo como uno de los jugadores más diferenciales de la Bundesliga. El nacido en París hace 22 años ya ha sido internacional absoluto con Francia, suma 16 goles y 9 asistencias en la presente campaña, destacando como un extremo con una gran habilidad para el uno contra uno y que maneja las dos piernas para salir del regate por cualquier perfil.
En París siguen temiendo una posible desbandada en verano respecto a varios jóvenes que, como Nkunku o Diaby, podrían salir del PSG en busca de nuevas oportunidades. Xavi Simons, Gharbi, Michut o Kari son varios de las joyas de la corona en París que se postulan como futuribles para grandes clubes europeos. Entretanto, Al Khelaïfi y Leonardo tienen que lidiar con una crisis institucional jamás vista en la era QSI en París antes de abordar los “males menores”.