Los 'aliados' de Abramovich le dan la espalda
A pesar de la salida de Roman Abramovich, Marina Granovskaia y Petr Cech quieren liderar el futuro proyecto, según pudo saber AS. El nuevo propietario será decisivo.
Las gradas de Stamford Bridge no se han olvidado de Roman Abramovich, sancionado por el gobierno británico el pasado 10 de marzo por sus vínculos con Vladimir Putin y despojado del Chelsea, pero que cuenta todavía con el apoyo de los aficionados. Por eso, no es de extrañar que, en el encuentro ante el Newcastle, no fueran retiradas las pancartas a su favor.
Entre ellas, una bandera de Rusia con el lema "THE ROMAN EMPIRE" y el rostro del magnate ruso, habitual en los partidos que los londinenses juegan como locales y que deja bastante claro la influencia de Abramovich, aunque algunos de sus vasallos ya no lo vean así...
Marina Granovskaia, como directora ejecutiva, y Petr Cech, como asesor deportivo, eran la prolongación de Abramovich en Londres; pero ahora quieren pasar página, y tienen la firme intención de liderar el nuevo proyecto del Chelsea sin Abramovich, tal y como ha podido saber el Diario AS. Así se lo han hecho saber durante estos días al entorno del club, que todavía está buscando un nuevo dueño.
Del nuevo propietario dependerá si los dos apoderados del Chelsea siguen en su puesto, aunque según fuentes consultadas por este periódico, Cech tendría menos dificultades para seguir en la estructura deportiva del equipo de Stamford Bridge. Primero, por su pasado de leyenda como portero del club, y segundo, por la estrecha vinculación de Granovskaia con Abramovich.
La directora ejecutiva tendría muchas más opciones de salir, a pesar de haber dejado clara su posición ante los últimos acontecimientos. Su distanciamiento de Abramovich también se entiende desde el punto de vista estratégico, con el fin de evitar un desgaste excesivo de la imagen del Chelsea, lo que perjudicaría futuras negociaciones.
Los intermediarios, ilesos de la crisis
Salvo que un nuevo propietario se haga con el club antes, el gabinete de Boris Johnson impedirá al Chelsea ejecutar cualquier operación de calado, incluyendo la contratación o la renovación de futbolistas, hasta el 31 de mayo. Pese a ello, el conjunto blue ya ha hecho frente al pago de las comisiones de los intermediarios de los jugadores.
Unas comisiones que suponen un gasto anual de 35 millones de libras -42 millones de euros con el cambio actual- y cuyo pago se divide entre el mes de septiembre y el de febrero. Tal y como detalla The Athletic, el Chelsea es el equipo de la Premier League que más dinero destina por este concepto y antes del anuncio de venta del club,a principios de marzo, la directiva se encargó de saldar la cuenta con los representantes, y de paso, calmar sus ánimos.