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ATLÉTICO

Griezmann frente a sus sueños

Disputará el cuarto partido de su carrera ante el United, club que le marcó de niño. Nunca ha logrado ganarle ni marcarle... Pero él es hombre de grandes noches en Europa.

Griezmann, en el Atlético-Cádiz.
SUSANA VERAREUTERS

Antoine Griezmann (30 años) vivirá mañana un partido especial. Y por muchas razones. El francés volvió a ser titular el viernes ante el Cádiz, tres meses después de la última vez (el derbi de Liga en el Bernabéu ante el Madrid) y lo volverá a ser, parece, según las pruebas del Cholo en Old Trafford, ante el United. Hay muchas cosas en la carrera de Grizi que se explican desde el equipo de inglés. Porque cuando Griezmann era un niño que crecía en Macon soñando fútbol miraba siempre a un jugador: David Beckham. Aquel chaval que recibía noes en Francia por su altura creció y se convirtió en estrella del fútbol, con muchas cosas de aquellas que, cuando soñaba con dedicarse al fútbol profesional y se fijaba en Beckham, aún sobre él. Porque si Griezmann se dejó el pelo largo, comenzó en su último año de su primera vez en el Atlético, continuó los dos en el Berça, fue porque aquel era el look de Beckham en los 90. Porque si Griezmann siempre juega con manga larga, da igual qué diga el termómetro, invierno, verano, 50 grados a la sombra, es porque así jugana Beckham. Es por ello que cuando los ingleses llamaban a su puerta, el francés dudaba.

De hecho, el interés del United fue su primera gran grieta con la grada, aquel verano de 2017. Griezmann era ya capital en el Atlético, queridísimo por la grada, por sus goles, por su trascendencia en el equipo, por su naturalidad, acudió a un programa de la televisión francesa, Quotidien, nada más iniciarse las vacaciones... Y sembró las dudas. Unas preguntas sobre los porcentajes de donde se veía en agosto. El Atleti o el United, había rumores. Las posibilidades de fichar por el segundo, "un seis sobre diez". Seguir en el primero, sólo un 10% más, "un 7". Al final se quedaría en el Atlético pero esa fue la señal de alerta que vaticinaría lo que serían todos los veranos en el club rojiblanco con él: irse, quedarse, documentales, si sí, si no, hasta que se marcharía al Barça, en 2019. Pero era el United. Un sueño de niño.

Un futbolista de grandes noches en Europa

Mañana jugará su cuarto partido ante los ingleses. En su carrera, sólo tres veces se lo encontró en un partido de fútbol, y una es el partido de la ida de estos octavos de la Champions. Las otras dos son muy lejanas, cuando el francés jugaba en la Real Sociedad, cuando se clasificó para la fase de grupos de la Champions de la 2013-14. Fueron rivales de grupo. Griezmann no supo lo que era ganarle. Hace 15 días, en el Metropolitano, tampoco. Nunca le ha marcado un gol tampoco a los ingleses. Dos empates (67%) y una derrota (33%). Pero el francés ha regresado al once y, aunque ante el Cádiz estuvo al nivel de los demás, gris-oscuro-casi-negro, vuelve a tiempo. Para este partido y agarrado a esa verdad que le acompaña desde la primera vez que se puso la rojiblanca: es futbolista de grandes noches. Sobre todo de Champions. Aquella ante el Barça, para alcanzar las semifinales. En el asedio de Múnich en 2016, para alcanzar la final. Ante el Milán, esta frase de grupos, cuando regresaba a San Siro, su equipo ya necesitado tras el resbalón inicial, el empate 0-0 ante el Oporto... Deseando prender su nombre al teatro de los sueños. Aquel que de niño soñó tan alto.