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BARCELONA

Más debate sobre Ter Stegen

La condición de intocable del alemán genera controversia, más después de la actuación de Iñaki Peña. Esta temporada, Ter Stegen tiene el peor porcentaje de paradas (63'03%) desde que está en el club azulgrana. Bono tiene el 80% y Courtois, el 76,14%.

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Más debate sobre Ter Stegen

Marc-André Ter Stegen se quejó en Nápoles de que los medios echan gasolina a su situación actual en el Barça. Pero, servidos en frío, los datos dicen que esta es la peor temporada de su carrera, al menos desde que está en el Barça, club al que llegó en 2014 y donde cumple su octava temporada. Ter Stegen tiene un porcentaje de paradas que apenas supera el 63%, lejísimos, hasta trece puntos y medio, del 76,51 que firmó en la temporada 2017-18. Lo de Ter Stegen es, además, una tendencia. Excepto en el curso 2015-16 (69,32%), el meta alemán siempre superó el 70% de acierto en paradas. Pero esa curva ha ido a la baja preocupantemente. Del 68,94% de la temporada 2019-20, se pasó al 67,74% del curso 2020-21, hasta el ya preocupante 63,03% de esta temporada.

La situación de Ter Stegen se agrava si se compara con los porteros de Primera División. El alemán desciende hasta el puesto 20 de guardametas de Primera. Ese 63,03% está a 17 puntos del 80% del espectacular Bono, pero también lejísimos del 76,14% de paradas de Courtois, el porcentaje en el que solía moverse hace años el alemán. O el 72,37% de Unai Simón y Gerónimo Rulli.

En el Barça hay debate hace meses sobre el rendimiento de Ter Stegen y, especialmente, sobre el hecho de que haya jugado todas las competiciones siempre que haya estado a disposición del técnico. Una condición de intocable que no va acorde con su rendimiento, y que deja mal en cierto modo a los entrenadores (Setién, Koeman y ahora Xavi) que han claudicado ante el peso específico del alemán, una de las vacas sagradas que quedan en el Barça, y que han provocado la desmotivación de porteros como Neto, que vinieron precedidos de una buena reputación, o del mismo Iñaki Peña, que ha visto pasar unos cuantos años de su carrera como tercer portero, sin poder jugar siempre en el filial por los viajes del primer equipo, en el que ni debutó. Este jueves demostró que estaba más que capacitado para hacerlo. Su agilidad en la falta de Memphis, su valentía en el juego aéreo, no tenía nada que envidiar a Ter Stegen.

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"En las últimas semanas, hay gente que ha escrito cosas para echarle más gasolina al fuego. Sois así y lo entiendo. Pero yo lo veo todo. Vosotros no lo veis. Estoy contento con mi rendimiento. Hay muchas cosas que estoy haciendo bien", dijo a modo de autoprotección Ter Stegen el día antes de jugar contra el Nápoles en el Stadio Diego Maradona. Allí también falló, con un penalti evitable. El alemán, normalmente frío, ha tenido un par de gestos de reafirmación este curso en el césped. Celebró como un gol una parada salvadora en Palma, de las pocas que ha hecho este año, y otra acción en Elche casi al final del partido. Como si se sintiese obligado a proclamar que sigue siendo indiscutible. Pero los números no acompañan esos gestos y en el Barça también lo han advertido. Laporta ha deslizado en los últimos tiempos que el Barça firmará un segundo portero para apretar al alemán; y Xavi ya dijo el otro día que "la competencia es buena para todos". Algo está cambiando en la portería del Barça.