"No olvidaré lo que Roman me dijo cuando era pájaro muerto"
Ahora que el magnate ruso está a un paso de vender el Chelsea, hay voces que le quieren defender. Piet De Visser ha contado cómo le trató en un duro momento.
La aventura que Roman Abramovich emprendió en enero de 2003 en el Chelsea parece tener los días contados. El equipo, aquel que merodeaba la parte alta de la tabla, sin dar el último mordisco, se ha convertido en un grande de Europa. Es el actual campeón del continente y del mundo. Pues el presidente que llevó al club a tocar la gloria se ha visto salpicado por el ataque de Rusia. Sus relaciones con Vladímir Putin y con Rusia son demasiado fuertes para seguir dirigiendo a los blues.
Abramovich, sin embargo, no para de tener defensores. Tuchel, Terry, hasta la afición de Stamford Bridge se ha pronunciado. El último Piet De Visser. El exjugador y ojeador ha querido contar cómo el magnate ruso le ayudó en el peor momento de su vida. No tiene dudas de que esta situación es injusta para Abramovich.
"Quiero aclarar quién es el verdadero Roman"
"Esto es un golpe duro porque es una persona muy importante para el club. La gente tiene una imagen equivocada de él. No se basa por el dinero, él tiene mucho. Esa es una diferencia esencial. Es una persona cálida. Seguro que se molestará porque hablo de él en la prensa, y con mucho gusto aceptaré su bronca. Pero quiero aclarar quién es el verdadero Roman", admitió en el medio holandés Algemeen Dagblad.
"Debido a que el propio Roman nunca habla con la prensa, muchos lo ven como frío y eso me duele mucho porque no es así. De ahí mi necesidad de defenderle. La verdad es que tiene un gran corazón y el hecho de que el dinero de la venta del club beneficie a las víctimas de la guerra en Ucrania es una señal inequívoca".
"Acababa de someterme a una cirugía a corazón abierto y posteriormente sufrí un cáncer de esófago. Fui un pájaro muerto. Y me quiso renovar por 10 años"
De Visser se centra ahora en su tema personal. "Recuerdo bien que acababa de someterme a una cirugía a corazón abierto y posteriormente sufrí un cáncer de esófago. Lo superé pero fui un pájaro muerto. Entonces llamé a Roman para decirle que lamentablemente tenía que retirarme como ojeador. Nunca olvidaré lo que me dijo: 'Piet, puedes firmar un contrato por diez o veinte años'. Estás al borde de la muerte y te dicen que quiere extender tu contrato por otros diez o veinte años. Saber que significas mucho para alguien me dio mucha fuerza. Por no hablar de todos esos meses que me permitieron recuperarme en su barco y en su hotel. Me atrevo a decir que Roman me salvó la vida", cuenta todavía hoy emocionado, a los 87 años de edad.