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EL PROTAGONISTA DE LA JORNADA 29

Sergio León, el goleador discreto

El delantero del Real Valladolid se reivindicó con un 'hat-trick' después de plegarse a los designios de Pacheta, que le sentó varias jornadas.

ValladolidActualizado a
27/02/22  PARTIDO SEGUNDA DIVISION   
  REAL VALLADOLID Y EL AMOREBIETA
 ALEGRIA  SERGIO LEON
PHOTOGENICDIARIO AS

"¿Qué pasa con Sergio León?" se convirtió en la pregunta del mes en enero, cuando Pacheta decidió dejarle en varias ocasiones fuera del once del Real Valladolid. Apartado del primer partido del año por COVID, a su retorno vio las puertas de la titularidad cerradas durante varias jornadas, más de las que muchos esperaban. Sin embargo, aguardó con discreción su oportunidad, hasta el punto de alabar a Cristo, su competencia, hace unos días, y dar por buena incluso su suplencia, habida cuenta de que el objetivo del ascenso está por encima de cualquiera individual.

Sin embargo, el premio a la humildad no tardó en llegarle; le vino apenas tres días después de hablar del "respeto a los compañeros" y de la "familia" en la que se ha convertido, en su opinión, el vestuario blanquivioleta. Solo tres días después convirtió un 'hat-trick' frente al Amorebieta, que sucumbió, en gran medida, merced a sus 'rugidos'. Merced a un testarazo, hizo el 1-0. Cuando peor estaba su equipo, anotó el 3-1 con un fuerte disparo lejano, culminando una mágica conducción. La sentencia fue suya también, con otro derechazo desde la media luna del área.

En una sola tarde duplicó su cuenta goleadora como jugador del Pucela, adonde arribó el pasado verano tras la insistencia de todos; la del club por hacerse por sus servicios, cambiando a última hora a 'la pantera' Sekou por un Sergio León sobre quien había dudas inicialmente, después de tres temporadas casi sin participación, la primera en el Betis y las dos siguientes en el Levante. Las resolvió pronto con su buen fútbol y con la gran sociedad que formó con Weissman desde que comenzaron a jugar juntos, mejorando las prestaciones del hebreo.

Aunque no vio puerta hasta la décima jornada, ante el conjunto vasco demostró que el oficio es algo que uno no olvida, que el que tuvo gol lo mantiene. A sus 33 años recién cumplidos, como dijo en una entrevista en AS, está volviendo a ser feliz y reencontrándose con el punta que fue, que llegó a ser máximo goleador de la categoría en la temporada 2015-16, en la que, en las filas del Elche, a las órdenes precisamente de un vallisoletano, Rubén Baraja, alcanzó los 22 goles, que le hicieron ganarse el salto a una Primera donde también fue productivo.

Atrás quedaron aquellos tiempos... o no tanto. Eso pensará en sus adentros, aunque el verbo sea humilde. Que todavía puede hacer goles en la élite, aquella que quiere volver a pisar en las filas del Real Valladolid y que en las postrimerías del mercado invernal pudo volver a recibirle. No hubo lugar a un cambio de club. Su felicidad, por lo menos hasta el final de la temporada, que es cuando vence su contrato como blanquivioleta, pasa por el José Zorrilla. Uno que rugió con él en tres ocasiones y le despidió con una merecida ovación este domingo.