Versalles, el equipo exiliado por una absurda ley de Luis XIV
El conjunto parisino disputa esta noche ante el Niza las semifinales de la Copa de Francia. No puede jugar en su estadio por la cercanía con el Palacio.
Cuando Luis XVI decidió inaugurar el Palacio de Versalles en 1651, el monarca no era consciente de que tendría una trascendencia directa a la hora de decidir unas semifinales de la Copa de Francia. Restaban un poco más de 300 años para que el fútbol se instaurara en la sociedad y la lujosa localidad al lado de París ha sido visitada siempre por turistas para ver el Palacio y no para entrar al Stade Montbauron, un recinto de menos de 8.000 espectadores en el que disputa sus partidos el FC Versailles, equipo de National 2 (cuarta división francesa) que busca hacer historia esta noche contra el Niza en las semifinales de la Copa de Francia.
La institución de la región parisina ha tenido que viajar al sur de Francia para afrontar el que es, hasta la fecha, el partido más importante de su historia. La razón por la que no puede celebrar la semifinal en el Montbauron se remonta a una ley absurda. En Francia, por ejemplo, está tipificado penalmente el llamar a tu cerdo Napoleón Bonaparte. Si alguien decide ponerle dicho nombre al mamífero, podría ser juzgado en los tribunales. Otra ley que carece de sentido es la que se implantó durante el reinado de Luis XIV, que establecía que no se podía alumbrar ningún establecimiento a menos de cinco kilómetros de la habitación del Rey, por lo que el Stade Montbauron, que está a, exactamente, tres kilómetros del Palacio, no puede albergar ningún partido una vez ha terminado la puesta del sol.
Esta absurda ley puede obligar al Versalles a mudarse de su estadio. Si el equipo consigue ascender a National, la próxima temporada disputaría la mayoría de sus encuentros por la noche del viernes, por lo que sería imposible jugar en el Montbauron en caso de ascenso por una ley que sigue sin ser impugnada o sin tener un proyecto de ley para reformarla ante una sociedad francesa que mantiene muchos de los símbolos de las Monarquías absolutas.
Las localidades parisinas tampoco han ayudado al Versalles a encontrar un estadio que le impida desplazarse para el encuentro de Copa de Francia. En un tweet, el modesto club de Yvelines mencionó al PSG para que le dejara el Parque de los Príncipes, una petición rechazada por el actual líder de la Ligue 1, que alegó que se encuentra en plena reforma del césped y no podía ceder esta noche las instalaciones de Boulogne. Además de los rechazos por parte de varios equipos de la región (El estadio del París F.C, el Charléty, tampoco puede albergar el encuentro debido a los incidentes contra el Lyon), el alto coste que supone organizar partidos de este calibre supone otro impedimento para los equipos más modestos del fútbol galo. Si el PSG hubiera accedido a dejarle el Parque de los Príncipes, el Versalles se habría visto obligado a desembolsar 250.000 € por todo el despliegue alrededor de la contienda, cifras extraordinarias que no se cubren, ni por asomo, con el precio de las entradas y con un riesgo elevado de que no se llene el estadio.
El FC Versalles no es un equipo cualquiera dentro del fútbol francés actualmente. Es obvio que no tiene el tirón de otros equipos de la región debido a su cercanía con uno de los Palacios más importantes de la historia moderna, pero el club cuenta con 1.200 licencias deportivas repartidas por todo el centro de formación. Por aquí pasó Hatem Ben Arfa cuando tenía apenas 12 años, dando sus primeros coletazos antes de convertirse en una de las mayores promesas del fútbol francés. Pero no solo eso. Thierry Henry y Jerôme Rothen coincidieron en el equipo sub 15 durante la temporada 1992/1993 antes de erigirse, sobre todo el primero, en grandes estrellas del fútbol europeo.
En Yvelines, el fútbol está viviendo una temporada histórica, ya sea por el liderato de National 2 (empatado a puntos con el filial del Lorient) o por las semifinales de la Copa de Francia. Pero hay que remontarse a 2021 para entender las razones por las que el Versalles está cómo está en estos momentos. En octubre, Daniel Voisin, el emblemático presidente de la entidad que llevaba en el cargo desde 2004, dejaba el club tras 18 años de administración por discrepancias con el entrenador, Youssef Chibhi. En medio de la "crisis" que parecía cambiar por completo la dimensión del Versalles, varios inversores aterrizaron en el oeste de Isla de Francia para buscar el ascenso inmediato a National 1 e intentar, a corto plazo, instaurarse por primera vez en su historia en la élite del fútbol francés.
Con Daniel Voisin, el Versalles era uno de los presupuestos más bajos de National 2 con apenas 350.000 € de solvencia. Los parisinos llegaron a estar cerca de sufrir consecuencias por parte de la DNCG, el organismo financiero que supervisa las cuentas cada año de los equipos franceses, pero la llegada de nuevos inversores le colocó en una nueva dimensión. Para ello, y justo antes de dejar, de forma sorprendente, la presidencia, decidió hacer del Versalles una SAS (Sociedad Anónima Deportiva) para dar cabida a nuevas empresas que invirtieran en Yvelines. Bingo y Fiducim - City-Gc, una empresa inmobiliaria, aumentó el presupuesto hasta los 2 millones de € que hicieron del Versalles uno de los clubes con mayor fondo económico de todo el fútbol modesto francés.
Otro de las grandes figuras del Versalles es, sin duda, Jean-Luc Arribart. En la previa del encuentro, el director general atendió a Diario AS, asegurando que, por una vez en la historia de la ciudad, todo el mundo hablará de fútbol y no del Palacio, que recibe a millones de turistas cada año con motivo de la espectacular estructura que da sentido y color a una ciudad repleta de lujos y tranquilidad por sus anchas calles. El exjugador del Rennes y exdirector deportivo del Lens se ha convertido en una figura dentro de Francia gracias a sus grandes análisis de la Premier League que hace cada fin de semana. "Es un mundo completamente distinto el de analizar la Premier y estar dirigiendo un equipo de fútbol. No se puede comparar", subraya Arribart, que fue colocado en octubre por Fiducim-City-Gc en la directiva del Versalles y que, desde entonces, la gestión no ha podido ser más brillante.
Excompañero de Arsène Wenger, con el que guarda una magnífica relación y a veces compañero de golf del entrenador del Nantes, Antoine Kombouaré, Arribart mantiene una gran relación con las mayores personalidades del fútbol francés para intentar que inviertan en un equipo desconocido para la mayoría de la sociedad. "Lo más importante es ascender a National. Les he dicho a mis jugadores que no tengan presión, que jueguen como si fuera un partido de la Play, que lo que importa es el ascenso. Me importaría más no ascender que llegar a la final de la Copa de Francia", reconocía Arribart al Diario AS el pasado viernes. Para Arribart ascender sería una gran noticia, ya que el Versalles jugaría la mayoría de sus partidos los viernes por la noche y podría compaginar su puesto de comentarista de Canal Plus
La media de periodistas que cubren los entrenamientos del Versalles no asciende de diez personas cada semana. Justo antes de entrenar en Clarefontaine, terreno que le ha concedido la Federación Francesa de Fútbol, competente de la Copa de Francia, para preparar el partido contra el Niza, más de 60 periodistas, incluido Diario AS y el Guardian inglés, acudieron al entrenamiento de los parisinos con el objetivo de intentar contar de primera mano un hecho que puede ser histórico dentro de la ciudad. Este lunes se entrenó en el Louis II para aclimatarse a las mismas medidas del campo del Niza y al clima del sur de Francia (lo opuesto al de París, que se encuentra muy cerca del norte) y esta mañana ha partido a la bonita ciudad de la Costa Azul para ya concentrarse en las horas previa de las semifinales.
El entrenador del Versalles, Youssef Chibhi, es toda una leyenda de la institución francesa. Aterrizó con tan solo 18 años, fue futbolista del primer equipo durante 16 temporadas antes de dar el paso al banquillo. "Sabemos que somos capaces de competir en este tipo de partidos. El objetivo sigue siendo el de ascender, pero está claro que soñamos con llegar a la final de la Copa de Francia. No nos ponemos límites. La presión es del Niza, que tendrá el estadio lleno y tiene necesidad de ganar un título tras la inversión de Ineos", reconocía el entrenador a Diario AS tras el entrenamiento matutino con multitud de periodistas del pasado viernes. Para Diego Michel, uno de los mejores jugadores de la plantilla y que sueña con jugar en España algún día, el hecho de poder ganar la Copa se ha mencionado en el vestuario: "Es verdad que queremos ascender, pero llegar a semifinales de la Copa y poder ganarla es algo que ya hemos comentado, aunque muy brevemente, dentro del vestuario. Vamos a soñar. Soñar es gratis", añadía.
El viaje, el hotel y todo lo indispensable para el partido ha sido costeado en su totalidad por el Niza, que ha tenido un bello gesto con un equipo perjudicado por una ley absurda de la cual no ha habido, desde hace más de 300 años, una sola enmienda para permitirle al Versalles jugar en su estadio tras la puesta del sol. El último equipo de cuarta división francesa que logró llegar a una final de la Copa fue Les Herbiers en 2018, que cayó con mucha dignidad por 0-2 contra el PSG. En caso de victoria, falta saber si la UEFA permitiría a un equipo que no es profesional participar en la Europa League y si la LFP dejaría que un equipo que no está ni en la Ligue 1 ni en la Ligue 2 (son sus competencias ambas divisiones y no National o National 2, que son de la Federación) juegue la Supercopa de Francia. Esta noche, en Niza, la historia podría tener un final feliz para el equipo apartado por la Monarquía de Luis XIV.