Entre la lluvia y los tormentos

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De aquel partido en medio de un temporal que azotaba Vigo en enero de 2016 emergió una figura que, mientras vistió la rojiblanca, siempre llovió fuerte sobre el Celta. Es Antoine Griezmann. Ocho goles le hizo a los gallegos en el Atleti. Su tercer rival favorito, 9 en total (con la Real en 2014 fue el otro). Y, sin embargo, se marchó al Barça (2018) y sus botas se secaron. No supieron cómo culé qué era marcarle a ese equipo para el que siempre era tormento. Hoy vuelven a encontrarse. Grizi con la rojiblanca y el Celta. El Metropolitano será escenario (sigue el partido en diecto en As.com).

Griezmann era todavía un sueño de verano cuando el Atleti se enfrentó al Celta en esta Liga. 2ª jornada, antes del cierre de mercado que lo devolvió al Cholo. Un Griezmann que es nombre propio. Hace una semana (ante Osasuna) volvió al banquillo pero no jugó, el miércoles (ante el United) sí, 15’. Esta noche apunta a titular. Un mes y 20 días después de recaer de su lesión en los isquios. Para Simeone es fundamental.

Un Cholo que, ya avisó ayer, hará rotaciones, los kilómetros, el desgaste del miércoles fue mucho. En sus planes, parece, está alinear a Grizi de inicio junto a João Félix. Una punta que estrenó ante el Liverpool, fase de grupos de Champions, en casa, y que mezclan, juegan, brillan. Correa apunta al banco. Suárez llamativamente también: sería su segunda suplencia seguida. Ante el United, ni minutos.

Que vuelvan al once De Paul, Felipe y Hermoso, además de Carrasco, sancionado en Europa, el más desequilibrante de los rojiblancos, que descansen Kondogbia y Savic, que se mantengan Giménez y Herrera sobre todo. Uno es cerrar casi la puerta donde más se necesitaba, a los pies de Oblak, el medio que necesitaba el equipo para construir, para jugar. Su vuelta al once parece la bisagra que el equipo lleva buscando toda la temporada. Hasta hace una semana, 473’, el vigésimo futbolista del Cholo. En dos partidos, 180’ y el Atleti que ha perdido su gesto macilento.

Los gallegos, en tierra de nadie

Recibe a un Celta que no le gana desde la 2018-19 (2-0 en Vigo) y que se encuentra en tierra de nadie. Sin agobios por la permanencia pero también sin mucha esperanza por alcanzar Europa. Es lo último que se pierde, sí, pero la propia desidia de los jugadores en los últimos partidos puede indicar que fe ya no hay demasiada. En el Metropolitano, once de gala en busca de un triunfo con el que reforzarse. Buen escaparate para los que opositan a Mundial, como Brais o Aspas, que con Luis Enrique no se sabe. Los gallegos buscarán hurgar en la herida que tanto sangraba hace una semana, la debilidad defensiva, mental. Ayer llovía en Madrid casi dos meses después. A ver hoy Griezmann.