De Vicente: “Hay más nervios fuera que dentro”
El malagueño, que podría volver al once ante el Sanse, está “totalmente convencido” del trabajo del Depor y lo ve fuerte mentalmente: “La cabeza es la que manda”.
Rafa de Vicente (Málaga, 1993) llegó este verano al Deportivo con la carta de libertad procedente del UCAM, con el que se quedó a las puertas del ascenso. El año anterior sí lo logró con el Racing de Santander y esta temporada está convencido de que lo conseguirá con el Deportivo. El centrocampista, de 28 años, está encuadrado en la segunda unidad de Borja, pero no arroja la toalla. Ferviente defensor del uso de psicólogos por los deportistas profesionales, ve al equipo “preparado mentalmente” para volver a despegar.
¿Cuánto se necesitaba la victoria del pasado domingo?
Mucho., sobre todo por terminar con esa racha de resultados negativos. Dentro de una liga suelen venir, pero quizá más separados. Pero también es cierto que antes hicimos cinco victorias seguidas, que es muy difícil. Lo importante es que el equipo ha sido capaz de darle la vuelta a la situación.
Después de ganar al Calahorra, ¿la palabra para definir el estado del equipo es alivio?
Más que alivio es volver a la senda de la victoria, que es en lo que nos fijábamos antes. Cuando las cosas no vienen tan rodadas hay que intentar mantener la calma y seguir con el trabajo que llevamos haciendo toda la temporada. Es la única manera.
¿Estaba empezando a pesar la cabeza?
También es verdad que las segundas vueltas son siempre más complicadas. Nos conocemos más, está todo más estudiado, hay más en juego… Pero sí, hay momentos que manda la cabeza. Que todo lo que antes entraba con acariciar el balón, ahora hay que hacer el doble de esfuerzo, el balón va al palo y nunca te cae el rechace… Son dinámicas y el que es capaz de mantener la cabeza fría es el que se lleva el gato al agua.
¿Qué importancia tiene el partido del Sanse para la dinámica?
Sé que la frase que toca ahora es la de todos los puntos son iguales, los de enero que los de ahora. Pero es cierto que anímicamente sumar otra victoria es bueno. Incluso puntuar, esta categoría es muy difícil. El campo del Sanse es muy complicado, son de los mejores locales y vienen de ganar varios partidos.
¿Complica un poco más que sea hierba artificial?
Hay campos que son más complicados por los terrenos de juego o las dimensiones. Eso lo que te exige es más concentración, hay menos tiempo para corregir posibles errores. Hay que dar un plus de concentración en cada jugada y seguir con nuestro fútbol. Ya fuimos al campo del Dux, jugamos muy bien y ganamos. Hay que ir a ganar al Sanse igual.
Usted ascendió hace dos años y se quedó a las puertas el pasado. ¿Qué parte jugó el aspecto mental?
Mucho. En el deporte, en general, la cabeza es la que manda. Es la que de te da confianza, te quita miedos, te hace ir de verdad. Eso es fundamental en las rectas finales o los playoffs, que es lo importante. Eso, y tener la experiencia de jugar ese tipo de partidos.
¿Cómo ve al Depor? ¿Cree que ha caído en la ansiedad?
Estoy totalmente convencido del equipo. Está claro que el Depor tiene esa responsabilidad de ganarlo todo, por club y plantilla. Quizá el Racing la tenga igual. Eso puede afectar en algunos momentos, pero por suerte tenemos un vestuario muy bueno. Mezcla gente joven con mucha pasión y veterana que te da calma y tranquilidad en momentos claves.
Entonces, ¿ve al grupo fuerte?
Sí, muy fuerte. En el vestuario hablábamos que era cuestión de tiempo que el balón no entrase. A veces la racha dura un partido, dos y en nuestro caso, tres. Es normal en una temporada.
Pero por el momento, siguen líderes…
Estamos preparados para todo, pero queremos quedar primeros para ascender directo. Eso pasa por ganar el siguiente partido y luego, otro. Pero hay más equipos y si llega uno que gana los 14 partidos que quedan… Pues oye, mira, es que merece ser campeón. Chapeau.
En el entorno se perciben ciertos nervios a pesar del enorme apoyo de la afición, pero a ustedes se les ve tranquilos…
La actitud de la afición con nosotros no es irreprochable, es de diez. 21.000 ante el Racing, más de 10.000 con el Calahorra… Lo de la afición del Depor no tiene nombre, hay que quitase el sombrero. Cuando vienen un poco mal dadas el entorno se pone un poco nervioso, se pregunta ¿qué está pasando? Pero nosotros confiamos en nuestro trabajo, en lo que hacemos cada día. Analizamos cada partido y vemos qué se hizo mal y qué bien…. Y vemos que hacemos muchas cosas bien. Hay más nerviosos fuera que dentro.
Y en lo personal, ¿cómo gestiona jugar tampoco tanto tiempo últimamente?
Pues justo es el momento en el que la cabeza te hace seguir hacia adelante. Por suerte tengo un entorno que me ayuda y me apoya mucho. La vida no es solo fútbol, hay muchas otras cosas. Por suerte tengo esta parte que me ayuda cuando en la otra, el fútbol, hay momentos complicados. Me ayuda a evadirme y volver al día siguiente a entrenar con más ganas que nunca. Y también ayudan los años porque has tenido temporadas que has sido indiscutible, otras que has entrado y salido… Vas aprendiendo y sabes que solo hay una opción: seguir trabajando; no hay más. Hay que trabajar la parte física y la mental, algo que siempre me ha interesado. He trabajado también con profesionales.
¿Lo hace actualmente?
Hace seis o siete años que trabajo con una psicóloga deportiva. Una coach con la que trabajo temas de visualización, preparación de partidos, saber pasar de la precipitación a la calma… Es un trabajo que no se ve, pero que se hace. Realmente deberíamos hacerlo todos los deportistas. Tener a alguien que te ajuste la cabeza en los momentos más complicados para tomar tú el control. Esto me permite mantener la calma en los momentos complicados y en los de éxtasis, administrarlos.
Parte de ese éxtasis se vio el domingo en la celebración de los goles…
Bueno, es algo que se lleva viendo toda la temporada. Se celebran muchos goles con el banquillo. Creo que es una muestra de que la plantilla va en una misma dirección. Tú te alegras por el compañero que marca y el que marca, del que no está jugando. Eso es muy difícil de conseguir, y lo tenemos.
¿Qué te responde la psicóloga cuando le preguntas… qué tengo que hacer para ser titular un partido?
(Risas…). A esa pregunta solo hay una respuesta: seguir trabajando. Y recordar que estás en el Depor, que por algo te han llamado. Y eso que te hizo llegar aquí es lo que tienes que hacer para seguir confiando en tu fútbol. Es cierto que a veces es complicado, pero al final es una decisión que no depende de ti. El entrenador tiene una plantilla, nosotros somos sus herramientas y puede utilizarlas como a él le dé la gana. Lo que nunca puedes dejar atrás es la actitud.
¿Ha hablado de ello con Borja?
No. Yo creo que no es cuestión de pedir explicaciones. Si tiene que hacerlo con los 23 o 25 de la plantilla se volvería loco. La experiencia te guía. Te dice que ningún mal dura para siempre, solo queda seguir trabajando. Viktor Frankl es un psiquiatra que tiene un libro sobre un campo de concentración nazi y dice que ‘la última libertad del ser humano es elegir su actitud frente a la vida’. Realmente es lo que te queda, y depende de uno mismo. Eso es lo que hago. Seguir un camino, ser constante. Y luego los compañeros que tengo, que son un espejo de cómo mantener la actitud siempre.
Y no le comenta a ver si pude hacer los cambios un poco antes…
(Risas…). Que va, que va. Es decisión suya totalmente. Hay que tomar las cosas con tranquilidad y seguir entrenando. No hay nada que reprochar a la temporada que estamos haciendo, al contrario. Creo que se están haciendo las cosas muy bien y van a seguir haciéndose muy bien.
Es cierto que el equipo ha hecho muchas coas bien toda la temporada. ¿Cree que está ahí cerquita pese a las últimas derrotas?
Sí, y muchas veces te tiene que acompañar también un poco la suerte. Ese palo, un rebote… eso también influye. Todo cuenta. Eso, tu actitud… Tenemos que centrarnos en lo nuestro, en nuestro trabajo. Mirar al Sanse y luego, al siguiente.
Usted es malagueño y se formó en el Málaga. ¿Cómo está viendo lo que sucede allí?
Está viviendo momentos complicados. Mal en lo económico, en lo institucional… Desde aquellos años de Champions ha ido todo cuesta abajo. Han sido años muy complicados y creo que eso se ve luego reflejado en el campo. Ojalá reconduzcan la situación y salgan hacia delante. Al Málaga siempre le deseo lo mejor.
¿Mantiene amigos y contactos en el club?
Sí. Es cierto que salí de allí hace muchos años. Pero teniendo en cuenta que entré con nueve años y me fui con 21 o 22… Es toda una vida de malaguista, y eso no se olvida. Son mis inicios y mi tierra. Está en mi corazón siempre.