Quique: "Nos va el colmillo retorcido y la agresividad"
El técnico escapa de las euforias que rodean al equipo: “No nos gusta que se den las cosas por hechas antes de tiempo”, señala.
¿Cómo están Olivera y Aleñá?
Están bien. Van progresando. Aleñá ya se incorporó al grupo al principio de semana y Mathias lo ha hecho en los últimos días. Mañana será el día definitivo para confirmar todo.
Otro partido contra un rival directo y en casa. ¿Otra final?
Nos equivocaríamos si pensamos lo contrario. Por la premura de tiempo pensamos desde que llegamos que todo son finales. Hay una corriente muy positiva alrededor del equipo que tenemos que canalizar. No nos gusta que las cosas se den por hechas. Hasta que no se concluyan los procesos debemos tener respeto por la situación que atravesamos. No podemos perder la atención ni la combatividad. Eso nos ha llegado hasta aquí.
¿Han insistido sobre la importancia de los últimos minutos de cada tiempo?
Llevamos trabajando sobre eso antes de que sucedan las desgracias. Desde el día de la Real o el Levante en que concedimos ocasiones en los últimos minutos. Sabíamos que entramos en zona de riesgo y se confirmó con el Atlético de Madrid y el otro día. Estamos tratando de desterrar esto con trabajo, imágenes y recalcando que los partidos duran hasta que decide el árbitro. Tenemos que ser muy fuertes en eso y saber los diferentes partidos que se dan dentro de cada partido.
¿Le molesta la euforia o que algunos den por hecho que en casa se va a volver a ganar?
No lo comparto. Hay cosas diferentes. Hay una alegría alrededor del equipo que es muy sana. La ilusión que tiene la gente que viene a ver a su equipo es necesaria y nos empuja. Ojalá el sábado reventara el Coliseum y san conscientes de que esa alegría la tenemos que focalizar en este partido tan importante. Por otro lado los que estamos dentro de la sala de máquinas sabemos lo que necesita esta caldera y no podemos despistarnos ni un segundo. Queda un tramo importante de la temporada. Nos va el colmillo retorcido, la agresividad y la atención plena. Si no somos esos, estamos más expuestos.
¿Se nota la mano de Mendilibar en el Alavés?
No voy a descubrir a Mendilibar. Es un gran entrenador y una magnífica persona. Donde ha estado ha dejado su sello. Como todos los entrenadores necesita tiempo para que cale el mensaje. Es más difícil que los mensajes calen en medio de la tormenta. Tiene la intención de hacer daño y llevar los partidos a su lado.
¿Cómo ha asumido el equipo el empate en Cádiz?
El resultado en sí fue bueno. Te prepararan una final con un ambiente tan hostil y no perder nos impulsa, pero teníamos claro desde que acabó el partido que debemos rearmarnos sobre cosas que conocemos. No hay que descubrir cosas nuevas, sino recuperar elementos que nos descolocaron en los últimos dos partidos.
¿Es un partido de más de tres puntos?
Siempre son tres puntos y pensamos que los rivales son difíciles. Da igual el primero que el último. Estudiamos al rival y vamos descifrando la dureza del partido durante la semana. Es un equipo de Primera super competitivo y con muchas ganas de salir. Tenemos que empatar en eso y a ver si podemos ganar en otros aspectos.
¿Le ha metido en un problema Borja Mayoral a la hora de decidir?
A mí no me pone en problemas. El entrenador siempre quiere tener que elegir. Están aquí porque son futbolistas de élite que entienden la profesión. Todos los jugadores son importantes. El que juega de inicio tiene una misión y los que salen en los segundos tiempos lo hacen en el desenlace, en el momento más importante de cada partido. Todos deben tomar conciencia de lo importante que es cada minuto que estén en el terreno de juego.
¿Han empezado ya a hablar de su renovación?
Estoy contento y feliz. Para mí lo importante es estar en el lugar adecuado en el momento adecuado y rodeado de la gente adecuada. La prioridad está en las necesidades del equipo y mientras estemos enfocados en la sala de máquinas que decía antes, no vamos a tener miradas para otra cosas.