EL PROTAGONISTA DE LA JORNADA 28
Mario González, el goleador introvertido que llegó en enero
Arribó a Tenerife el último día del mercado de fichajes y empieza a devolver esa confianza: dos goles en 18 minutos para confirmar las aspiraciones de ascenso.
Cuentan quienes le conocen, que a Mario González (Villarcayo de Merindad de Castilla de Vieja, 1996) le gusta pasar desapercibido y que es un chico bastante introvertido. Muy diferente a los que se ve dentro del terreno de juego, donde busca ser protagonista. Y lo fue este pasado sábado en la victoria del Tenerife ante el Ibiza (2-0) marcando dos goles en 18 minutos.
El delantero, cedido por el Sporting Braga, llegó el último día del mercado después de unas arduas negociaciones de Juan Carlos Cordero, el director deportivo blanquiazul, quien luchó por su fichaje hasta el final. Y pronto, el burgalés empieza a devolver esa confianza. En su tercer partido con la camiseta insular, fue determinante.
Se estrenó ante el Leganés y luego fue titular en Santo Domingo e Ibiza. "Este partido era más de mi estilo, con espacios para correr como a mi me gusta. En Alcorcón no me sentí tan a gusto, pero no fue por mí. Esta vez me he sentido muy bien, pero físicamente todavía no estoy a mi mejor nivel; no estaba para mucho más", contó con cierta timidez tras la victoria ante los baleares.
Lo cierto es que Mario, quien este viernes cumplirá 26 años, está acostumbrado a festejar. Ya lo hacía en la cantera del Villarreal B lo que le sirvió para estrenarse en Primera División ante el Granada (1-1), en agosto de 2016, de la mano de Escribá. Aunque fue un paso fugaz, ya escribió su nombre en la mente de muchos aficionados del fútbol.
Jugaría tres partidos más con el "Submarino amarillo" en la élite hasta que decidió cruzar la frontera y probar suerte en el fútbol portugués. El Tondela le dio la oportunidad y la aprovechó, marcando nada menos que 15 goles en 27 partidos, números que despertaron el interés del Sporting de Braga, al que llegó este pasado verano.
No es un delantero muy corpulento, pero el área es su hábitat natural, aunque también se le ve cómodo bajando para asociarse. Contra el Ibiza enseñó sus diferentes maneras de definir: el 1-0 fue un disparo cruzado nada más pisar el área y el 2-0 lo consiguió picando el balón ante la salida del meta Domínguez. "El instinto me decía que la tenía que elevar. Fue bonito, la verdad", dijo Mario González, el goleador introvertido que llegó a Tenerife para soñar en el año de su Centenario.