Remiro supera con nota el examen de La Catedral

El único de la Real Sociedad que estuvo a la altura de las circunstancias en el derbi vasco fue Alex Remiro. Fue su primer partido en La Catedral con público vistiendo la elástica de la Real y tuvo que soportar una sonora pitada cada vez que tocaba el balón. Pero aguantó bien la presión a pesar de alguna imprecisión con el balón en los pies y bajo palos estuvo muy seguro. En la primera parte paró un penalti y sacó una buena mano a disparo de Yuri. Y tras el descanso podó pudo hacer ante el vendaval rojiblanco. Realizó más intervenciones de mérito que evitaron una goleada mayor. Se puede decir que superó con nota el examen que le tenía preparado la grada de La Catedral, que demostró que aún no le ha perdona la manera de salir del Athletic Club en dirección a la Real Sociedad. Y eso que ya han pasado dos años de aquel episodio.

El portero txuri-urdin recuperaba su puesto en la portería después de no haber podido jugar en Leipzig, de donde regresó enfermo, aunque sí estuvo sentado en el banquillo del Red Bull Arena. Había dudas sobre si Imanol le daría de nuevo la titularidad o apostaría por Mathew Ryan para evitar así recibimiento hostil que podría recibir Remiro. Pero no, el técnico oriotarra apostó por el portero en el que más confianza tiene, que por algo es la apuesta del club y está a punto de renovar su contrato. Y el navarro respondió como viene haciéndolo a lo largo de toda la temporada, con lunares como los del anterior derbi vasco y el del Benito Villamarín.

Cuajó una gran actuación, mostrando mucha seguridad en todas su intervenciones, siendo dueño del área pequeña, haciendo paradas de mucho mérito, y aguantando con mucha personalidad el tremendo chaparrón que le caía de la grada cada vez que copia el balón. Puede decir que su actuación, pesar de los cuatro goles, fue de lo poco salvable de la Real en el derbi de San Mamés. Aquí también habría que añadir la actuación del 'potrillo' Nais Djouahra, que encendió un poco la llama del apagado ataque realista en la segunda parte, aunque sirviera de poco.

Remiro no pudo dejar de nuevo su portería a cero, y no tendrá un gran recuerdo de este derbi vasco; pero debe valorar su actuación individual, con un penalti parado a lanzamiento de Muniain, una suerte en la que el de Cascante no había estado hasta ahora muy afortunado. Y para un penalti en San Mamés cuando se está pitando todo el rato debe ser un gustazo. Y de paso, aunque mucha gente no lo sepa, el penalti parado en el derbi vasco, tiene premio para Alex Remiro. Porque un aficionado de la Real Sociedad, Peio Godoy, a través de la sección 'Puerta Abierta a la afición' del programa SER Deportivos, le retó a que por cada penalti que paraba le reglaba dos kilos de txuleta. Así que el nuevo de Peio Godoy ya está buscando la manera de poder dársela. "Hace 13 años recuperé la tradición de las txuletas de la época de Aldridge, y luego volvía a perderse otra vez. Ahora se me ocurrió ofrecer un una txuleta de kilo a cada jugador que marcara de fuera del área. Pero como tiramos, cuando Remiro estuvo en el programa de radio, le propuse el reto, y lo acepto. Así que ya tiene sus dos primeros kilos", dice Godoy al Diario AS. Al menos el mal sabor de boca que le dejó el derbi vasco lo paliará con una buena carne.