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PSG - REAL MADRID

De Lucas: "Mbappé y el Real Madrid es la combinación perfecta"

Quique de Lucas, que pasó el curso 2000-01 cedido en un PSG bien distinto al de hoy en día, analiza con AS el cambio radical del club y el partido de este martes.

ParísActualizado a
De Lucas, con el PSG.

Enrique de Lucas (Hospitalet, 1978) no paró de moverse entre finales de la década de los 90 del siglo pasado y hasta bien entrada la segunda del nuevo siglo XXI. Canterano del Espanyol, su primera experiencia internacional la disfrutó en el PSG, por entonces un equipo de mucho menor calado, aunque ya con estrellas en su plantel, como Anelka o Ronaldinho. Atiende desde Londres la llamada de AS para recordar aquel curso 2000-01 y para analizar el partido de este martes en el Parque de los Príncipes, entre su exclub y el Real Madrid.

¿Qué hace por Londres? ¿A qué se dedica ahora?

Viendo fútbol y trabajando un poquito. Tengo una agencia aquí en Inglaterra, Leaders Sports Management, llevamos a jugadores ingleses y también a españoles (entre ellos, Hugo Mallo, del Celta), sobre todo. Me muevo mucho entre Inglaterra, Andorra y España. Intermediamos mucho en Inglaterra, con jugadores españoles e italianos sobre todo.

Usted sabe bien lo que es irse a otro país a jugar. En su día fue cedido durante un curso (2000-01) por el Espanyol al PSG, próximo rival del Madrid. ¿Cómo recuerda aquello?

Con mucho cariño. Es verdad que jugué poco, pero a nivel de experiencia personal y futbolística fue increíble. Allí coincidí además con ‘Mauri’ Pochettino, con Mikel Arteta… Fue sensacional. Me costó adaptarme, naturalmente, era la primera vez que salía de España, prácticamente la primera vez que salía de mi casa. Y a un equipo desestructurado, con muchas complicaciones internas, pero en el que se veía venir que iban a dar el cambio.

¿Desestructurado?

Mira, ese invierno fichó Ronaldinho por el PSG, pero no pudo jugar hasta el inicio de la temporada siguiente por un asunto contractual, un problema con Gremio, y el presidente también estaba pasando por muchos problemas. Canal+, que era el propietario del club en ese momento, también tenía problemas y estaban ya buscando soluciones e inversores para soltar el club. Pero hasta que no llegó Qatar el club no dio el cambio que ha dado estos años.

Así que pudo entrenar con el primer Ronaldinho, aún desconocido.

Los entrenamientos eran algo muy divertido con él. Venía con muchísimas ganas a Europa y sabía que el PSG para él era un club puente, sabía que iba a acabar en uno de los grandes y así fue. Merecía mucho la pena.

Otro que fue su compañero allí fue Anelka, que había decepcionado en el Madrid.

Me sorprendió, como jugador y como persona. Había que entenderlo, era un chico muy joven en ese momento, su repercusión en el Madrid fue muy grande y también lo era en Francia, allá donde íbamos en París Nico tenía que ir prácticamente escondido. Él sabía lo que representaba, pero en el Madrid tuvo muchos problemas de adaptación y aquel era además un vestuario complicado, para un chico joven y de fuera. Era algo desconfiado, solo entregaba esa confianza a quien él de verdad veía que la merecía, y en el Madrid parece que eso fue algo que costó aceptar. Pero una vez que se abre, es un chico excepcional. Vale la pena conocerle. Yo llegaba de España y me fiaba de lo que veía, y lo que me contaban. Con todo, su carrera fue increíble, y puso ser aún mejor. Podía haber ganado algún Balón de Oro.

De Lucas, tras marcar gol con el Espanyol ante el Barcelona.
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De Lucas, tras marcar gol con el Espanyol ante el Barcelona.Jordi Alemany.

¿A Pochettino se le veía ya que iba para entrenador?

Tanto no sé, pero se veía que ya se estaba preparando para el futuro. Con él he coincidido mucho, él ya era un veterano del Espanyol y luego, yo como agente y él como entrenador, hemos hablado en alguna ocasión de algún jugador. Tenemos una relación muy respetuosa, hay admiración mutua.

En París parece que le están moviendo la silla constantemente…

Al final está en un equipo muy grande, en el que siempre se habla mucho, se buscan culpables cuando hay derrotas. Es complicado. Pero creo que lo está haciendo bien, se está adaptando y tiene claro cómo hacer un equipo campeón. En el Espanyol lo hizo bastante bien, dadas las circunstancias. Sobre todo es un entrenador que se sabe adaptar muy bien, conoce bien al jugador y para él es la ocasión perfecta para ser campeón de Europa.

Volviendo al PSG: lo que era antes y lo que es ahora. Se hacía raro que una gran capital europea como París no tuviese un equipo a la altura.

No tiene nada que ver. Ya era grande por entonces, eh, yo recuerdo que cuando estábamos en Champions ya viajábamos en aviones enormes, pero es que ahora está en otra dimensión. Yo creo que el Parque de los Príncipes se les queda pequeño, si hubiese el doble de localidades las llenaban seguro. Al final el problema es que va muy de la mano de la liga y Francia es un país en el que el rugby también es muy importante, al fútbol le costó entrar. Pero están creciendo, están en ello, no solo el PSG; también el Marsella, el Lyon, el Lille…

¿Su PSG era más auténtico, tenía más alma?

Había mucho jugador francés, mucho más que ahora. Era un PSG mucho más autóctono, ahora es mucho más internacional. Y los jugadores son todos de primer nivel.

De Lucas, con el Espanyol.
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De Lucas, con el Espanyol.Jordi Alemany.

¿Entonces ya tenía el PSG un sector ultra de la afición tan radical?

Era peor de hecho, porque estaba mucho más descontrolado. Perdimos un partido de Copa en casa ante el Guingamp, por 0-4, y estuvimos dos horas y media dentro del vestuario sin poder salir. Hay una facción dentro de la afición que es bastante complicada. Pasa mucho en Francia, hay muchos grupos radicales jóvenes que va al fútbol a todo menos a verlo. Tienen que ponerse con ello ya, es un problema social.

Ahora salir de España para jugar en otra liga está más normalizado, en su momento no era tan común. ¿Cómo era ser extranjero en ese vestuario?

Por suerte, el entrenador era Luis Fernández (francés nacido en Tarifa, Cádiz), que había estado en España, y había gente que hablaba español. Era novedoso, que firmasen a gente de fuera, de España; normalmente era al revés. Pero a mí personalmente me trataron muy bien, a todos; el trato fue exquisito. Había competencia por jugar, pero no diría que había grupos basados en la nacionalidad, todo lo contrario. Quizás sí había otras cuestiones que hacían grupos y rivalidades, más peliagudas. Había judíos, musulmanes, cristianos… Al final hay un choque de costumbres y sorprenden, pero las tienes que entender y respetar.

Mirando ya al partido, ¿cómo lo ve?

Pues bastante igualado. El Madrid puede ser favorito por la historia, pero el PSG es un equipo al alza y con muchas ganas de ganar este campeonato. Aún no está engranado como un equipo grande, pero tiene jugadores para ganar a cualquiera. Al Madrid le das favorito por su historia con la competición, si miras jugador por jugador, están ahí. Es verdad que el Madrid quizás tiene más empaque como bloque.

¿Y si al Madrid le falta Benzema?

Si falta Benzema, la ecuación es otra, sin duda. Sin él, el Madrid es otro, mucho más vulnerable y con mucha menos mordiente.

A ver cuánto cariño le conserva al PSG: ¿Mbappé al Madrid, sí o no?

(Se ríe). Hombre, que Mbappé va a acabar en el Madrid es algo de lo que hay pocas dudas ya, ¿no? Tampoco hay dudas de que yo a mi PSG lo quiero mucho. Pero todo el mundo sabe que él quiere jugar en el Madrid y el Madrid quiere que juegue allí. Está todo escrito.

¿La Ligue1 es poca cosa para él?

Él lo que quiere es agrandar su leyenda, y claramente LaLiga y el Madrid tienen mucha más repercusión que la Ligue1 y el PSG. Se junta todo, él quiere crecer y el Madrid quiere crecer con él. La combinación es perfecta.­­