JIM ya está en la cuerda floja
El partido del sábado en La Romareda frente al Las Palmas puede acabar de marcar el futuro del técnico, al que sólo le sostienen Torrecilla y el vacío de poder en el que se encuentra inmerso el Real Zaragoza.
El Real Zaragoza tiene cada vez peor pinta y Juan Ignacio Martínez está absolutamente superado y no da más de sí, pero a la espera de que La Romareda dicte sentencia de forma concluyente nadie se atreve a tomar una decisión urgente en un club inmerso en el desgobierno, donde el único argumento al que agarrarse es que esta temporada haya cuatro equipos peores. El relevo en el banquillo nunca asegura nada, pero JIM es ya más un problema que una solución y el partido del próximo sábado frente a la Unión Deportiva Las Palmas puede acabar de marcar el futuro del veterano técnico alicantino. En cualquier caso, todo es posible en este Zaragoza donde el hundimiento institucional ha dejado todo en manos de un recién llegado como el director deportivo Torrecilla, que hasta hace muy poco seguía hablando de la pomada del ‘playoff’, sin que nadie le llamara al orden de la responsabilidad.
En medio de una enorme contestación social contra los propietarios, el Zaragoza lleva dos meses sin ganar, su derrumbe es cada vez más evidente y la amenaza del descenso crece a pasos agigantados, pero JIM, que en sus apariciones públicas siempre ha evitado entrar en análisis futbolísticos, sigue aferrándose a un discurso superficial, sin la menor autocrítica sincera y repleto de tópicos emocionales, que no desvela más que una falsa fortaleza para continuar en el cargo. Por bastante menos se han ido a la calle otros entrenadores en los últimos tiempos, pero el vacío de poder en la cúpula de la sociedad anónima deportiva, donde nadie se quiere responsabilizar de una gestión desastrosa, y su especial relación con Torrecilla están estirando la crisis todo lo posible, aún a riesgo de que el equipo se vea superado por alguno de los cuatro de abajo y caiga a posición de descenso antes del último cuarto de campeonato.
“No podemos pensar en milongas, sino en ganar como sea”, señaló anoche JIM en la sala de prensa de Butarque, como si quisiera ahora despegarse del seguidismo que siempre ha hecho de Torrecilla con la dichosa pomada. El técnico no es el único culpable y debería irse de la mano con el director deportivo, constructores a medias de una de las peores plantillas de la historia del Zaragoza y responsable directo de la salida de Eguaras, que con la pelota era el tuerto en el país de los ciegos.
El Real Zaragoza se encuentra oficialmente en venta, pero no acaba de culminar el cambio de propiedad, porque la primera propuesta del Grupo Orlegi fue rechazada y porque el fondo norteamericano no acaba de firmar. Y en nada ayuda a una solución rápida el desmoronamiento del equipo, con un balance de cuatro puntos en las últimas ocho jornadas. Lo importante en el Real Zaragoza es que el club se venda a la mejor de las opciones, pero lo urgente es que el equipo no pierda la categoría, porque entonces no habrá ninguna opción. No habrá ningún futuro.