Darder: "Ahora puedo decir que estoy disfrutando del fútbol"
El jugador del Espanyol, en una entrevista con Sid Lowe para 'ESPN', cuenta el mal momento personal que pasó durante la temporada que el cuadro perico descendió.
Sergi Darder se ha convertido en uno de los futbolistas de referencia del RCD Espanyol. Además, jugó en sus inicios con el Málaga en Primera División y pasó por todo un poderoso del fútbol francés como el Olympique de Lyon. Sin embargo, tal y como ha reconocido el propio jugador de 28 años al periodista Sid Lowe en una entrevista para ESPN, su carrera no ha sido un camino de rosas. "Pensaba que no era lo suficientemente bueno. 'No sirvo, no puedo ser futbolista'. No estaba en un buen momento", ha reconocido uno de los capitanes del cuadro perico sobre la situación que vivió hace un año y medio atrás. Y es que, a pesar de haber cumplido su sueño de la infancia, ya que tuvo que abandonar el Espanyol con 13 años y poner rumbo a Málaga por la falta de oportunidades, tres temporadas después de su regreso a la ciudad condal, Sergi Darder tuvo que vivir los sinsabores del descenso. Una experiencia que le afectó más allá del fútbol.
"En ese momento mi cabeza estaba mal y no quería ver a mi familia, a mis amigos... nada. No me apetecía hacer nada por mi situación personal en ese momento. En mi cabeza, el fútbol estaba por encima de la familia, de los amigos... de todo. Si las cosas iban bien en el fútbol, yo era feliz. Si no...", cuenta el espanyolista en ESPN. Tras clasificarse para Europa League, el conjunto perico naufraga en el campeonato liguero y termina la temporada 2019/2020 como último clasificado con 25 puntos. Darder afirma que "el año que descendimos, y no sólo porque descendimos sino por mi forma de ser, me di cuenta y acepté que no estaba bien. No voy a utilizar la palabra depresión porque hay gente que lo pasa mal, que está enferma, pero yo necesitaba ayuda. Me di cuenta de que no estaba bien. Quería ser futbolista, quería una casa, un coche, una familia, hijos... Tenía todo eso y no era feliz". Por suerte para el jugador del Espanyol, este se dio cuenta que tenía que cambiar: "No puedo estar en una situación en la que tengo todo lo que he querido, en la que soy el hombre más afortunado del mundo, y no ser feliz. Y mis amigos trabajan ocho horas al día picando piedra, no tienen dinero, y son más felices que yo".
Aunque admite que le fue difícil aceptar la situación por la que estaba pasando, incluso cuando su entorno más cercano le decían que no estaba bien, Darder consiguió cambiar el chip y recuperar la sonrisa: "Ahora puedo decir que estoy disfrutando del fútbol, cosa que no hacía hace dos años. Lo primero que hice fue ir a ver a un psicólogo para ordenar mi vida lejos del fútbol, para volver a tener una relación con mi pareja, con mis hijos. El fútbol me devoraba, me abrumaba. Busqué ayuda. Mi relación (con su mujer) no estaba rota; era que no hablaba porque me encerraba en mi habitación. Era mi culpa, no la de ellos, así que mi papel era hacernos más felices, y él (el psicólogo) me ayudó a estar más cerca de ellos de nuevo". Además, el entrevistado reconoce que, en los malos momentos, "la crítica, aunque sea constructiva, hace más daño que bien. Si alguien intentaba darme un consejo, pensaba 'estoy haciendo algo mal' y me hundía".
La temporada del descenso terminó sin aficionados en las gradas, así como su paso por la división de plata del fútbol español tuvo lugar con los estadios vacíos como consecuencia de la pandemia. Un hecho que tuvo sus pros y sus contras: "El hecho de no tener aficionados no ayudó en términos futbolísticos, ya que nos hundimos, pero sí lo hizo en términos psicológicos, porque si venían a atacarte... y tendrían razón, por la forma en que estábamos jugando. Íbamos perdiendo por 15 puntos. ¿Cómo puedo decir a los aficionados: 'No me silben'? ¡Deberían estar enfadados conmigo!". Superada la turbulenta experiencia en el Olympique de Lyon, donde coincidió con barcelonista Samuel Umtiti, y de regreso en LaLiga Santander con el RCD Espanyol, Sergi Darder dice estar "muy centrado en mi propio bienestar, en mí mismo, porque es lo que me recomendó el psicólogo". Para concluir, el futbolista perico afirma en ESPN que "a veces es difícil entender que somos personas, que puedes tener un mal día, que la suerte influye. Me considero optimista, veo las cosas buenas, cuando antes no lo hacía. Empecé con un psicólogo por necesidad, ahora sigo con él por el deseo de crecer, de ser mejor".