El milagro médico de Omar Elabdellaoui

Omar Elabdellaoui nunca se ha rendido, pese a que se dijo en su día que perdió uno de sus ojos cuando le explotó en la cara un fuego artificial en la Nochevieja de 2021. Sin embargo, ha conseguido superar todos los obstáculos y ha vuelto a jugar. "No puedo ver, no puedo ver", le gritó el jugador a un amigo después de que le explotara en la cara el fuego artificial. La pólvora penetró su piel y sus ojos y su chaqueta ardieron. Su esposa Anne corrió para ayufar a apagar las llamas, pero las consecuencias eran evidentes. Iba a ser el comienzo de un largo camino hacia la recuperación del defensa del Galatasaray, que está disponible para el regreso milagroso al primer equipo el sábado, después de someterse a 11 operaciones para restaurar su visión y haber estado clínicamente ciego.

"Pensé que tenía algo en el ojo y que tenía que limpiarlo, pero luego sentí que me ardía la cara y todo estaba negro", recuerda. Estaba en el jardín preparándose para encender un tercer fuego artificial con amigos y familiares, incluidos sus tres hijos, cuando se disparó prematuramente al intentar encender la mecha. Una ambulancia llegó en cuestión de minutos, pero tardó mucho en llegar al hospital. Cuando lo hizo, periodistas y compañeros de su equipo le estaban esperando. La historia se difundió rápidamente a través de las redes sociales cuando publicó una foto de su cara gravemente quemada, dentro de la propia ambulancia.

"Realmente no tuve control sobre los primeros días", dice el noruego que en su día pasó por la cantera del Manchester City. "Todo estaba oscuro, no sabía si era de día o de noche", rememora. Hubo un gran enfado entre los seres queridos de Elabdellaoui porque una persona enviada para ayudar había compartido su imagen en un momento tan traumático. Algunos pidieron que los acusados fueran despedidos o demandados, pero el jugador solo pidió una disculpa, sabiendo que un castigo adicional no ayudaría a nadie. No obstante, aún no la ha recibido.

Omar no se dio por rendido en ninguna fase de su recuperación, llevada a cabo en dos continentes: Europa y América. Le operaron con éxito en Turquía y en Estados Unidos. Poco a poco, consiguió el milagro. En primer lugar, salvó su ojo debido a un perfecto período de recuperación. Posteriormente, pasó las pruebas para poder disputar sin problema un partido oficial.

Ahora, tiene que usar colirio cada media hora, salvo cuando está en el campo. Se reintegró a la plantilla a principios de enero, equipado con unasgafas especiales y una lentilla. Su acondicionamiento físico lo pudo recuperar fácilmente. "Cuando volvió a jugar, todo fue muy emotivo, todos los jugadores lloraban y se abrazaban", cuenta el Dr. Yener del Galatasaray, que dio la aprobación para su regreso a los terrenos de juego. Hace dos semanas, participó en un amistoso, donde se sintió como el día de su debut. Su regreso a la liga se retrasó por el COVID.

Se espera que este fin de semana, para el partido en casa del Kayserispor, esté en el banquillo. A día de hoy, tiene un vínculo inquebrantable con su actual club. Domenec Torrent, su técnico, está muy contento con el rendimiento de Omar y pidió que se autorizase su regreso al campeonato. Incluso podría ser titular.