Aitor: "El partido ante el Mirandés es una final para nosotros"
El extremo andaluz, considerado por los aficionados el mejor jugador del mes de enero, destaca la necesidad de que el equipo se haga fuerte en casa.
El mensaje desde el vestuario del Sporting es el mismo de siempre y los futbolistas, como el cuerpo técnico, no quieren mirar más allá del próximo partido. Ocurre que el que toca ahora, el próximo sábado en Miranda de Ebro "es para nosotros una final", afirmó Aitor García ante los medios de comunicación.
Aitor pasó por la sala de prensa de Mareo para recoger el trofeo al Jugador Cinco Estrellas de Mahou del pasado mes de enero. El futbolista andaluz atraviesa un buen momento de juego como lo prueba que ha doblado ya la cifra de goles del pasado año y es, con cinco, el segundo máximo realizador del equipo. Pero la preocupación del extremo es la mala racha de resultrados del equipo. "Es verdad que las cosas no están saliendo como todos querríamos, pero quedan 16 jornadas, vamos a pensar en la siguiente y tratar de solucionar esta situación", indicó.
Una cuestión de "rachas y dinámicas", recordó Aitor para encontrar una explicación al momento del Sporting. "Yo me fijo en el próximo partido que es muy importante y tenemos que ganar. Los dos siguientes son en casa y es donde nos tenemos que hacernos muy fuertes y no dejar que se nos escape ningún punto aquí", explicó el extremo onubense que afirma estar en el vestuario rojiblanco "totalmente metidos en el partido contra el Mirandés que para nosotros es una final", subrayó.
Aitor García rechaza cualquier planteamiento negativo ante la situación. "¿Qué hacemos? ¿Nos rendimos y no vamos a jugar? Como ya no se puede hacer nada, ¿no jugamos? Pues no", se preguntó y respondió. Y añadió: "El equipo está a tope y pensando en el partido del Mirandés. Estamos cien por cien metidos y queriendo sacar los tres puntos".
La llegada de los tres refuerzos en el mercado invernal (Jony, Ramírez y Calavera) es positiva para Aitor que quiso zanjar cualquier especulación sobre su relación con Uros Djurdjevic a raíz de una discusión de ambos sobre el césped en el último partido. "Djuka y yo no tenemos ningún problema dentro del vestuario. Son momentos dentro del campo donde las pulsaciones van a mil, pero una vez llegamos al vestuario nos dimos un abrazo y punto", aseguró. "Y no queremos que se especule de que puede haber algo más porque no hay nada", concluyó.