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INGLATERRA

Eriksen sabía que volvería a jugar al fútbol dos días después de su paro cardíaco

El jugador danés se ha sincerado en la presentación como nuevo futbolista del Brentford, donde jugará después del episodio que pudo acabar con su carrera.

Eriksen sabía que volvería a jugar al fútbol dos días después de su paro cardíaco
JONATHAN NACKSTRANDAFP

El mercado de invierno en la Premier League ha estado plagado de noticias, pero una de las más positivas para el mundo del fútbol ha sido la vuelta de Christian Eriksen. El centrocampista danés, a punto de cumplir 30 años, vuelve a Londres para jugar en el Brentford, de Premier League. donde estará hasta final de temporada.

Lejos queda aquella tarde en la que sufrió un paro cardiaco durante la disputa del Dinamarca-Finlandia, un momento en el que el doctor de la selección danesa llegó a confesar que "se había ido", pero Eriksen sobrevivió. Más tarde, se haría público que el futbolista, camino del hospital, le dijo a su mujer que tendría que colgar las botas, aunque hay más.

En una entrevista concedida tras su presentación por el conjunto londinense, Eriksen se ha encargado de contar la historia: "Dos días después de mi parada cardiaca sabía que volvería a jugar al fútbol. Reconocí lo que me había pasado esa misma noche. Afortunadamente, más tarde, las pruebas para ver mi condición no detectaron nada inusual".

A pesar de la preocupación inicial, los pronósticos fueron buenos, y según relata el propio jugador: "los doctores me decían que no tendría límites, así que podría correr maratones, sumergirme en aguas profundas, lo que sea... eso depende, por supuesto, del diagnóstico y de cómo me sintiera".

En pleno proceso de recuperación, el Brentford se interesó por su situación. "Hablé con Thomas (el entrenador) unas cuantas veces. Tuve un buen feeling: Londres es un buen sitio para mi familia y para mí para vivir. En los siguientes cuatro y cinco meses quería llegar al nivel y demostrar que sigo siendo futbolista", reconoce Eriksen.

Ocho meses después del suceso, el centrocampista danés volverá a los terrenos de juego para competir con los mejores del mundo. Una proeza que no se explica sin su intrahistoria: "Es cierto que comenté a mi mujer que colgaba las botas, pero también le dije que no se molestara si en unos días cambiaba de opinión, si todo estaba en orden".