San Siro ovaciona y elimina a Mourinho

José Mourinho llevaba 12 años sin aparecer en San Siro en un partido del Inter. Lo hizo como entrenador de la Roma, y la noche empezó exactamente cómo podía imaginar: una pancarta cariñosa ("Bienvenido de vuelta a casa, José"), cánticos de apoyo, aplausos, homenajes. El portugués es y será siempre una leyenda interista, pero esta noche era un rival y, entonces, le tocó el destino que últimamente le cae a todos los contrincantes del Inter en Italia: perder. El exmadridista abandonó la Copa italiana en los cuartos de final, mientras que los milaneses se jugarán la semifinal con el ganador del Milan-Lazio.

Los de Inzaghi derrotaron a los romanos con un gol en cada parte,, gracias a una actuación positiva y un imparable arranque de choque. El Inter dominó los primeros minutos, abriendo la lata en el 2' con un golazo al primer toque de otro ex, Edin Dzeko, que aprovechó un perfecto centro de Perisic. Barella, después, golpeó el larguero con un latigazo desde fuera del área, mientras que Skriniar y otra vez Dzeko también rozaron el 2-0 con dos testarazos.

Ampliar

Antes del descanso llegó el único lunar de la noche interista: Bastoni sufrió un esguince de tobillo y tuvo que abandonar el verde. No habría jugado ante el Nápoles de todos modos por sanción (le cayeron dos jornadas por insultos al árbitro), pero su lesión preocupa.

La Roma empezó mejor la segunda parte y supo crear algún peligro, pero, justo en su mejor momento, Alexis Sánchez se sacó de la chistera un disparo impresionante desde lejos, que se coló por la escuadra.

Un golazo que sentenció el encuentro, cuyos últimos 20 minutos no regalaron mucha emoción. Mou, que suma su tercera derrota en sus últimos siete compromisos oficiales, se fue a los vestuarios deprisa y cabizbajo. El Inter, en cambio, dejó atrás la amargura del derbi: ahora le toca defender el liderato en Nápoles y recibir al Liverpool.