Los españoles evitan un batacazo del Chelsea en FA Cup
Los goles de Azpilicueta y Marcos Alonso y un penalti parado por Kepa dan la victoria a los londinenses, que estuvieron a punto de caer contra un equipo de tercera división inglesa.
Los equipos modestos dan tantos sustos a los poderosos en la FA Cup que habría que empezar a plantearse si se puede considerar como una sorpresa. Si no, que se lo digan al Chelsea, que tuvo que esperar 120 minutos para vencer al Plymouth, de League One (lo que se podría considerar la tercera división británica). Un rival que logró marcar en los minutos iniciales y estuvo a punto de llegar a los penaltis, si no llega a ser por una actuación milagrosa de Kepa y dos golazos de Azpilicueta y de Marcos Alonso, ya en la prórroga.
Y eso que Stamford Bridge acogía la cuarta ronda de FA Cup en un día con aire festivo. Los aficionados locales ondearon una pancarta que rezaba lo siguiente: “The pride of London” (el orgullo de Londres) y el Chelsea salió con un once plagado de habituales, para evitar sustos. El único que faltaba era el entrenador, Thomas Tuchel, que pocas horas antes del encuentro anunció su positivo por COVID y no pudo dirigir a sus hombres.
A pesar del empuje inicial de los blue, fue el Plymouth el que se adelantó en el marcador a los 7 minutos de encuentro. Un tanto de cabeza de Guillesphey en una jugada a balón parado sorprendía a la defensa del Chelsea, que mostró una vez más sus carencias en este tipo de acciones. Incrédulos, los jugadores azules siguieron con el plan establecido y trataron de batir al guardameta rival, Cooper, sorprendido por dos remates de Kovacic y Hudson-Odoi que se topaban con el travesaño.
Para entonces, el Chelsea ya copaba todo el protagonismo con incesantes ascensiones por las bandas, y Kovacic dio un tercer aviso con un disparo desde fuera del área que se volvía a encontrar con la madera. Por un instante, el talento se impuso al filo del descanso, cuando Azpilicueta sorprendió con un espectacular remate de tacón. El golazo del capitán blue coronó una estupenda jugada de los locales, que estuvieron a punto de remontar antes del final de la primera parte con otro disparo de larga distancia.
Marcos Alonso fue la única novedad a la vuelta del descanso, porque el Chelsea seguía aglutinando las ocasiones de gol. Lukaku estuvo cerca del tanto en dos ocasiones en las que la fortuna se le escapó por centímetros. Los muchachos del Plymouth, conocidos como los peregrinos, no salían de su campo y se encomendaban a Cooper, que se sobrepuso del susto inicial con unas cuantas buenas acciones y una pizca de suerte bajo palos: Azpilicueta le superó de nuevo con otro sorprendente taconazo, pero el gol fue anulado por fuera de juego.
A pesar de la evidente diferencia de nivel, los peregrinos resistieron contra viento y marea. Los minutos pasaban, las llegadas del Chelsea eran constantes pero el balón no entraba y los londinenses eran un manojo de nervios. Eso dio oxígeno al equipo pequeño, que estuvo a punto de marcar en el 70, en un mano a mano que Kepa salvó de manera providencial. El Chelsea respondía, a continuación, con un trallazo de Mount al que Cooper respondió con una parada felina, ya convertido en el mejor hombre de los visitantes.
Werner entró a escena a diez minutos del final del tiempo reglamentario y el Chelsea puso toda la carne en el asador, pero la defensa peregrina defendía con tanto vigor que la prórroga se les echó encima. Esa sería su condena. 30 minutos fueron demasiado para los visitantes, que vieron cómo Marcos Alonso lograba la remontada con un disparo cruzado y Kepa les paraba un penalti, después de un error calamitoso de Sarr. Por fin, los locales respiraban aliviados. Y todo gracias a los españoles.
El West Ham sufre para eliminar a un Sexta división
El Kidderminster, de la sexta división inglesa, hizo sufrir más de lo esperado al West Ham United, que necesitó dos goles en el añadido, uno en los 90 minutos y otro en la prórroga, para certificar su pase a los octavos de final de la Copa de Inglaterra (1-2).
Un tanto de Alex Penny en el minuto 19, tras aprovechar un fallo en la salida de Alphonse Areola, sirvió para que el Kidderminster, el equipo de más baja categoría que seguía vivo en la competición, cogiese ventaja en el marcador.
El Kidderminster, que nunca ha jugado en una división superior a la cuarta, rozó el sueño. Resistió los intentos de un espeso West Ham hasta el descuento del partido, cuando Declan Rice recibió un pase de Pablo Fornals, recortó dentro del área y fusiló al portero del Kidderminster.
El tanto no hundió al Kidderminster, que mantuvo el tipo en la prórroga hasta el 121', cuando Jarrod Bowen hizo el definitivo 1-2 y acabó con las esperanzas de las 7.000 personas reunidas en el Aggbouroug Stadium.
El Kidderminster se quedó a las puertas de repetir su mejor actuación en la FA Cup, donde alcanzó los octavos en la temporada 1993/1994.