Irene López: "Llegué a sentir aversión por el propio deporte"
Tras anunciar que cuelga las botas con sólo 20 años, Irene López habló para la RFEF de su experiencia y cómo ha sido el camino hasta tomar esta decisión para intentar ayudar a otros
Irene López era una de las grandes promesas de la cantera española. La madrileña llegaba pisando fuerte con la generación de oro, aquella que ganó en 2018 el Mundial Sub-17. Una centrocampista de toque, con visión de juego y llegada. Sin embargo, sufrió un revés que le ha obligado a colgar las botas con sólo 20 años. Irene no se esconde. Y quiere que todos los deportistas que sufren lo mismo que ella sepan que no están solos. Y que la salud mental no debe ser un tabú. El fútbol pasó de ser su pasión a su peor enemigo. Y cuando no te diviertes jugando, hay un problema. Irene se dio cuenta, supo buscar ayuda y ahora no se esconde. La madrileña habló con la RFEF de todo lo que ha vivido durante estos años.
"A mí me hacía feliz estar con la gente, me encantaba ir a entrenar por esa parte, pero en el campo no sentía lo mismo, me veía como un lastre. Llegué a un punto de sentir aversión por el propio deporte y sabía que era por cosas que había ido acumulando estos años. Me di cuenta de que tenía que tomar distancia con el deporte", explicó. Una distancia que ahora cuenta. Se dio cuenta del problema y buscó ayuda: "Encontré algo muy positivo cuando lo conté por primera vez. Empecé con mis amigos y luego pedí ayuda a mi familia, que es mi mayor apoyo. Este tema es tabú para la gente de mi generación, así que imagínate para la de mis padres".
En pleno proceso de recuperación, Irene decidió decir públicamente que dejaba el fútbol y que lo hacía por su salud mental. Algo no muy habitual, pero que en los últimos tiempos está saliendo más a la luz: "Ahora mismo estoy bien, sorprendida por la repercusión de mi publicación en redes sociales. Me encontré con una avalancha de comentarios positivos y preguntas. Me di cuenta de que la gente quiere que se hable de este tema, que tenemos la necesidad de expresar libremente esto sin miedo a que nos juzguen. La ansiedad, el estrés no deberían ser un tabú".
Ahora, desde la distancia, mira a su futuro centrada en otra de sus pasiones: "Decidí dejar la carrera para dedicarme a las artes plásticas y visuales, que es lo que de pequeña siempre me ha gustado. Diseño gráfico, tatuajes, me gustaría dedicarme a ello". Y animó a que todo aquel que esté pasando por algo similar no tenga miedo: “Quiero decirles a quienes esté pasando por esto que no están solos. Me di cuenta de que mucha gente pasa por esos momentos y de que es importante visibilizar estos problemas. Me gustaría que, igual que yo he tomado ejemplo de otras personas, pueda ayudar a otras con estas palabras".