“¿Mi debut con Guinea? Fuimos a ver a un chamán a las cuatro de la mañana para hacer un ritual”

Antes de ser una de las caras y de las voces habituales de las retransmisiones televisivas, Alberto Edjogo-Owono fue jugador de fútbol en distintas categorías, entre Segunda B y Tercera, también de la Territorial catalana, internacional con Guinea Ecuatorial y, en su infancia, miembro de las categorías inferiores del Espanyol. Una carrera prolongada y un periodo pintoresco, como el que rodeaba al fútbol de los 90 y la primera década del actual siglo, que le ha dado para muchas anécdotas. Algunas de ellas las relató en el programa Perico Que Vola, como la de su estreno con Guinea Ecuatorial.

“A medianoche nos hicieron salir del hotel y nos llevaron a una montaña. Allí nos encontramos con un chamán, con sus plumas y tirando fuego. Empezó el ritual de hermandad. Hacíamos bailes y nos teníamos que cortar levemente la zona del empeine y a dar la mano con la sangre… Yo no lo hice aprovechando la oscuridad”, comentó el ex futbolista, quien guarda grandes recuerdos de aquel primer encuentro ante Marruecos que se resolvió con derrota por 1-0. “Tuvimos la idea de reclutar a jugadores cuyos orígenes eran de Guinea, y así empezaron a acudir los Bodipo, Benjamín Zarandona… Aquel partido fue una fiesta. Estábamos acostumbrados a perder seis o siete a cero”.

Esa vivencias le ayudaron a escribir el libro ‘Indomable’, que va camino de agotar su segunda edición, y en el que Edjogo-Owono narra sus peripecias con tintes históricos de sus viajes con la selección de Guinea Ecuatorial, una de las sensaciones de la Copa de África que se está celebrando en Camerún.

“No fui a Brunete por decir que quería jugar en el Madrid”

Al margen de esas experiencias, el fútbol le ha brindado otros momentos, algunos tristes, una espina clavada. Como cuando, de alevín y con el Espanyol, decidieron no llevarlo a Brunete como castigo. “Antes, participábamos en una competición que organizaba Canal Plus de acertar penaltis o faltas metiendo el balón en diferentes partes de la portería que sumaban puntos. Yo era el mejor, y el tercero de LaLiga. Recuerdo que Michael Robinson me entrevistó antes de un Espanyol-Real Madrid”, empieza su disertación Edjogo.

“Me preguntó que en cuál era mi sueño. Y yo dije que jugar en el Real Madrid. Me cayó una bronca al día siguiente… Luego el entrenador no me llevó a Brunete cuando se disputaba la final de ese campeonato”, explicó. “Me pareció y me parece excesivo”, se lamentó el actualmente comentarista.

Conocedor de la actualidad del Espanyol, Edjogo tiene claro que Vicente Moreno “tiene crédito”, pero en caso de que el club necesite un cambio en el banquillo el escogido sería “Diego Martínez, le daría las llaves del club”. También tildó de “lamentable” la venta de Eric Bailly al Villarreal en 2015. “Lo vendieron por cinco millones y en unos meses el Manchester pagó 40. Es una operación mala”, sentenció.