Roque Mesa, la varita mágica que transforma al Real Valladolid
El jugador canario, el jefe del conjunto blanquivioleta, es el líder dentro y fuera del campo y mostró gran personalidad: falló un penalti, pero marcó el gol de la victoria.
El Real Valladolid volvió a los puestos de ascenso directo tras ganar al Sporting de Gijón (1-0) el viernes y lo hace al mando de Roque Mesa, líder del conjunto blanquivioleta dentro y fuera del campo. El canario mostró una gran personalidad ante los rojiblancos ya que pese a fallar el primer penalti que le pitaron a los de Pacheta en 25 jornadas, no se arrugó y dirigió a su equipo hacia la victoria con la suerte de que se pudo quitar la espina de la pena máxima con un buen gol que valía tres puntos muy importantes.
Tras una inicial temporada irregular en Primera, donde sumó su segundo descenso consecutivo, la llegada de Pacheta, un técnico que quiere que su equipo sea protagonista y ataque, fue como un soplo de aire fresco para Roque Mesa que entendió a la perfección los planes de su nuevo entrenador y encontró en Álvaro Aguado su perfecto escudero. Cómodo, el canario destaca en varios aspectos estadísticos en la Liga como el de asistencias de gol o regates, siendo de los que más pases da y más intervenciones en campo contrario tiene.
Ante el Sporting de Gijón, más allá de la demostración de carácter, hizo unos números sobresalientes. Y es que en 80 minutos, donde completó 71 pases, con un 92% de acierto, 50 de ellos en campo contrario. Además realizó con éxito seis de los ocho regates que intentó, ganó 11 de sus 15 duelos y recuperó siete balones, amén de marcar el gol de la victoria de los blanquivioletas en un encuentro en el que los pucelanos merecieron ganar con una mayor ventaja.
Roque Mesa, tras pasar un infierno en Sevilla, Leganés y la primera temporada en Valladolid, empieza a parecerse a aquel jugador espléndido que lució en Las Palmas con Paco Herrera y Quique Setién, lo que le valió un traspaso millonario al Swansea de 12,5 millones de euros. Pese a ello, el canario no pudo lucir en el conjunto galés y fue cedido al Sevilla y luego traspasado, pero en la ciudad del Nervión tampoco pudo lucir. Ahora en Valladolid, Roque Mesa sonrié y con su varita mágica transforma a los pucelanos en unos candidatos serios al ascenso a Primera División.