Aprobados y suspensos: 10 minutos negros impidieron la victoria
La Deportiva vio cómo el Tenerife remontaba el tanto inicial de Yuri tras un penalti señalado por el VAR y un error defensivo
La Ponferradina no pudo adelantar al Tenerife en la clasificación y vio cómo el equipo canario se convertía en el segundo visitante en ganar en El Toralín tras diez minutos negros que los tinerfeños aprovecharon para darle la vuelta al tanto inicial de Yuri.
Lucho García. Sigue sin suerte cuando le toca defender la portería. Paró un penalti, pero el colegiado mandó repetirlo por moverse de la línea.
Paris Adot. Sobrio en defensa y con su habitual despliegue en ataque, sigue siendo un baluarte en la defensa berciana.
Pascanu. El rumano manda en la zaga blanquiazul, siempre bien colocado y atento al cruce.
Copete. Cometió el penalti que supuso el empate visitante y se durmió en el 1-2 ante Enric Gallego.
Ríos Reina. Bien en defensa, se incorporó con cierto peligro al ataque cuando tuvo ocasión.
Baeza. Sigue rodándose en el esquema de Bolo. Tuvo dos ocasiones para marcar, pero Soriano desbarató ambas.
Agus Medina. El metrónomo de la Ponferradina, estuvo muy vigilado pero aún así volvió a demostrar su clase.
Paul Anton. Sigue creciendo en el centro del campo, especialmente en la faceta defensiva.
Dani Ojeda. Ya sea en la izquierda, como ayer, o en la derecha, sus internadas siempre son sinónimo de peligro. De él partió la jugada del gol de la Deportiva.
Sergi Enrich. Tuvo una buena ocasión para marcar que detuvo Soriano y se fue más pronto de lo esperado por precaución.
Yuri. Volvió a marcarle al Tenerife, aunque esta vez no sirvió para que la Ponferradina lograra algo positivo.
Naranjo. Volvía al equipo tras dos partidos sancionado y entró en la segunda parte, con poco brillo en ataque.
Cristian. Entró para dar consistencia al centro del campo berciano, pero apenas tuvo ocasiones de demostrar su juego.
Saverio. Bolo lo metió para buscar la remontada, aunque no logró abrir la defensa rival.
Edu Espiau. Como su compañero, entró en el toque de corneta final sin posibilidad de salvar al menos un empate.