Crisis en el Almería
Los de Rubi desperdician la amplia ventaja con sus perseguidores y ceden el liderato tres meses después en un infausto enero.
"No es muy difícil pasar un mes delicado, pero que quede en un mes", comentó Rubi el pasado 4 de enero, con motivo de la previa del duelo copero ante el Elche y después de caer frente al Cartagena (0-1). Tres semanas después el Almería ha entrado en su particular crisis, con cuatro derrotas en los últimos cinco encuentros oficiales, sin haber ganado aún en lo que va de año. De ahí que la frase de Rubi cobre ahora más importancia, restando por ver si la situación queda en un simple mes o va más allá.
Hace solo cinco semanas el Almería iba como un tiro. Se había clasificado a dieciseisavos de final de la Copa del Rey y encadenaba diez jornadas ligueras sin perder, con ocho triunfos consecutivos. De hecho, estaba batiendo registros tanto de la historia del club como de la propia competición. Sin embargo, el 19 de diciembre la dinámica empezó a torcerse al suspenderse el duelo que debía jugar en Lugo por el brote de positivos del cuadro lucense. Precisamente el coronavirus también azotó a la plantilla almeriense tras el regreso del asueto navideño; eso, unido a los lesionados, a la sanción de Babic y a la convocatoria de Sadiq con su selección, provocó que la UDA rozó la alineación indebida frente al Cartagena (1-2), primera derrota de la temporada en el Estadio de los Juegos Mediterráneos. Rubi explotó en la previa sin entender cómo la Patronal no aplazaba la cita por el reguero de bajas.
Para más inri, el calendario se comprimió esa semana con la Copa. La tostada se cayó por el lado de la mantequilla: Juan Villar, que había sido baja ante el Cartagena por su segundo positivo, se lesionó en el calentamiento y Dyego Sousa apenas duró diez minutos en el verde por el mismo motivo. Así, con Sadiq en Camerún, Rubi se volvía a quedar sin ninguno de sus tres delanteros centros. De ahí que el punto logrado en Las Palmas de Gran Canaria (1-1), se valorase de manera positiva, máxime cuando los rojiblancos comenzaron perdiendo. Precisamente otro de los lunares en esta crisis indálica es cómo entra el equipo de Rubi al inicio de los partidos. En los cuatro encuentros ligueros de 2022 la UDA ha comenzado perdiendo. Rubi reconoció el pasado sábado que debían mejorar este aspecto; sin embargo, anoche ya perdían a los cinco minutos.
No está teniendo el Almería solo problemas en ataque, sino que también ha dado dos pasos atrás en la faceta defensiva. Un exhaustivo trabajo de pretemporada puso las bases de una notable mejoría, haciendo olvidar errores infantiles otrora habituales. Rubi lo consiguió, hasta el punto de ser el equipo menos goleado del campeonato (honor cedido ayer al Tenerife). Anoche el conjunto almeriense volvió a hacer agua en defensa, sufriendo con Stoichkov y compañía. Así, la UDA no deja su portería a cero desde que lo lograse el 11 de diciembre, frente al Zaragoza. En 2022 la pólvora también se ha secado, con tres goles a favor en cinco partidos, pírricos guarismos para el equipo más goleador de la competición, pero que en lo que va de año no ha hecho dos dianas el mismo día. Con ningún jugador a su mejor nivel, no es casualidad que el colchón de puntos se haya desinflado. Líder durante trece jornadas consecutivas, el Almería ha desperdiciado los ocho puntos que le sacaba al Eibar y diez de los doce que mantenía con el Valladolid, ahora a dos unidades.
Con Nigeria eliminada de la Copa de África, está previsto que Sadiq se incorpore a la disciplina rojiblanca el próximo jueves en la que es la mejor noticia en clave almeriense en el mes de enero. Además, Rubi ha ido recuperando efectivos y en la enfermería solo quedan Carriço, Lazo y Sousa, estando prácticamente recuperados los dos primeros. A eso se agarra un Almería que busca remontar el vuelo el próximo sábado (21:00 horas) en Oviedo, antes de afrontar un mes de febrero en el que tiene en el Estadio de los Juegos Mediterráneos tres de los cuatro partidos.
Descontentos con la labor arbitral
A pesar de no haber hecho ninguna declaración pública (en honor a la verdad, a Rubi no se le preguntó sobre ello...), tanto en el vestuario como en el club almeriense están descontentos con la labor arbitral de anoche. Conscientes de que el equipo debe mejorar mucho defensiva y ofensivamente, también consideran que les 'birlaron' mínimo un penalti. Escuche, sobre todo, la acción del minuto 89, ya con 0-2 en el nuevo videomarcador, cuando Tejero empujó con las dos manos a Ramazani dentro del área. En la Vega de Acá no entienden que Trujillo Suárez no viese repetida la jugada en el VAR. También se reclama un agarrón de Javi Muñoz a Samu en el 36' y una mano dentro del área de un jugador ibarrés en el primer acto. Que cinco días antes el VAR les anulase dos goles por mano en Lugo no ha hecho sino aumentar el enfado con el colectivo arbitral.