FRANCIA
"Cuando tenía 17 años dije: 'Mbappé puede ser Pelé'"
Wenger, a días de estrenarse su documental, habló sobre su carrera, sobre el PSG y Mbappé. "Tuvo un verano muy difícil y salió reforzado. Es muy fuerte..."
Con motivo del documental que acaba de ver la luz sobre la carrera de Arsene Wenger, el técnico francés atendió a Le Parisien para dar un repaso a toda una carrera. Invencible, el nombre de dicho serial. representa tantos años en la élite del fútbol mundial de Wenger. Entre otros asuntos, y coincidiendo que estaba en París, habló del PSG y de su estrella, Kylian Mbappé.
"Recuerdo haberle dicho a Christian ( Jean-Pierre ) en Téléfoot cuando tenía 17 años: "Puede ser Pelé" ¿Pelé ha ganado tres Copas del Mundo? Pues entonces que nos gane la segunda Mbappé y le quitamos el tal vez… Tiene la facilidad, la inteligencia, la expresión, el carisma. Subió muy rápido, muy alto".
"¿El verano fue duro para Mbappé? Muy difícil incluso y salió reforzado. Es muy fuerte. Todavía no había tenido que lidiar con las críticas. La única duda sobre él era cómo reaccionaría si su marcha estratosférica arriba se viera perturbada por el escepticismo. Y creo que respondió con mucha fuerza. Me gusta que ahora marque goles en partidos pequeños. En la Copa de Francia , por ejemplo. Entendió que la autoexigencia es fundamental. Eso es lo que ha añadido esta temporada. La exigencia sobre su actuación en todos los partidos. Estoy feliz con su progreso".
"La única duda sobre él era cómo reaccionaría si su marcha estratosférica arriba se viera perturbada por el escepticismo"
Wenger respondió a los rumores que le podrían acercar al PSG: "Esto es pura y simple invención. Aunque tengo muy buenas relaciones con el PSG".
El francés narra con todo lujo de detalles la buena racha que pasó dirigiendo al Arsenal y le provocó llegar a lo más alto. "Puede permitirte lograr cosas que no podías imaginar. Los jugadores lo cuentan bien. Cuando les digo el objetivo de ser un campeón invicto, todos piensan que el entrenador ha perdido la cabeza. Entonces, se crea el estado de gracia, ese estado en el que cada uno juega sólo para él y para los demás. Es único. Este momento de gracia que experimenté y doy gracias a Dios por ello. Es pura felicidad. El miedo, desaparece el inhibidor del deporte de competición, madre de todos los sufrimientos. Íbamos al partido, no había estrés. Sólo pensaban en jugar al fútbol. Duró casi un año. La constancia en la vida y en el deporte es lo más difícil de conseguir. La negativa a la derrota, incluso en una tarde de miércoles de diciembre en Sheffield, en el viento, el frío y en un suelo asqueroso, esta falta de relajación, es sensacional", firma emocionado.