La bendita madurez de Raúl Navas
Camino de los 34 años, el central de Las Palmas no se pierde un partido desde la novena jornada, ante el Almería. Ha jugado todo en los últimos 12.
Que Raúl Navas venía a la UD para ser un futbolista capital en la lucha por el ascenso ya se sabía desde que el central sevillano se incorporara a su actual equipo durante la concentración marbellí en pretemporada. Le avalaba su experiencia en Primera División con equipos como Eibar y Real Sociedad y su solvencia en Segunda por ejemplo con el Cartagena, donde cuajó el curso pasado una estupenda segunda vuelta tras llegar desde Pamplona, mala experiencia la suya allí en la primera categoría del fútbol patrio, en el mercado invernal.
En su afán por agradar y justificar su titularidad al alba de la presente temporada, Navas forzó tanto la máquina que, tras la pesadilla que vivió Las Palmas en su visita al Mirandés (4-2), tuvo que parar en seco. Problemas musculares le tuvieron retenido durante cuatro partidos, los jugados por la UD ante Ibiza, Burgos, Ponferradina y Cartagena, su ex equipo. Regresó en la novena jornada durante la visita al Almería, 1-1, y desde entonces volvió por donde solía.
En aquella cita jugó 17 minutos tras entrar al campo en sustitución de Ferigra. Fue de nuevo suplente una semana después en el descalabro amarillo de Lugo (2-0), y otra vez reemplazó al central ecuatoriano. Desde entonces no hay quien le saque del césped.
A poco menos de cuatro meses de cumplir 34 años, Raúl Navas está exhibiendo todo su potencial en un equipo que no se concibe sin él. No solo es que haya sido titular en los últimos 12 partidos, siempre a la vera de Curbelo, sino que ha disputado todos los minutos posibles. Hasta ahora, el 16 de Las Palmas ha salido de inicio en 17 de sus 19 partidos, en los que suma 1.593 minutos en el campo. Pudo dar una asistencia, y hasta metió la cabeza para hacerlo el 1-0 al Zaragoza, que de poco sirvió (2-3).
Curtido por su vasta experiencia en el norte peninsular, lo mismo da en Vigo que en Pamplona, Eibar o San Sebastián, incluso en Valladolid, asumir riesgos no es que forme parte de su juego más allá de acciones puntuales como la que casi le cuesta un gol a Las Palmas contra el Almería, mas allá que acudió raudo su escudero Curbelo para impedirlo. Sus estadísticas justifican su actitud sobre el campo. Tiene un porcentaje de pases buenos del 87,09%, 1.052 buenos de los 1.208 intentados. Ganó 85 duelos y perdió 46, acaso suplidos con veteranía y saber estar.
El sábado, salvo sorpresa o incidente de última hora, volverá a formar en el eje de la zaga junto a Eric Curbelo. Pueden cambiar los laterales, pero centro está claro. Lemos está a un paso de confirmar su regreso y Benito deberá sustituir al sancionado Cardona. Cambios casi obligados en un equipo que, de momento, no se concibe sin la bendita madurez de Raúl Navas. En julio firmó por una temporada con opción a otra. Esta variable pasada por completar un ciclo de partidos jugados que podría estar en los 25. Cuestión de tiempo.