Jémez: "Voy a pelear para que el Ibiza pueda llegar a Primera"
El entrenador del equipo celeste asegura a AS que le "sedujo" la ambición del Ibiza. Pone "un sobresaliente" a sus jugadores tras los primeros partidos.
Francisco Jémez Martín (Las Palmas de Gran Canaria, 18 de abril de 1970), más conocido como Paco Jémez, ha caído de pie en la UD Ibiza. El nuevo entrenador del club ibicenco lleva dos victorias en dos encuentros oficiales y ha cambiado la dinámica de un equipo que cotiza al alza en LaLiga SmartBank, en la que los celestes son debutantes. El técnico canario atendió en una entrevista exclusiva a AS para hablar sobre cómo ha sido su llegada al club ibicenco.
Lleva dos partidos de Liga y dos victorias. ¿Esperaba este buen inicio?
Muchas veces no piensas en eso. Piensas en empezar bien y en aprovechar al máximo el tiempo. Siempre digo que el gran problema de un entrenador que coge el equipo cuando ya ha empezado la temporada es que no tienes todo el tiempo que te gustaría para trabajar. Entonces, intentas que las ideas que vas metiendo las vayan asimilando los futbolistas; y sobre todo, no pasarte dando información porque al final puede producirse un efecto negativo. Estoy muy contento con las dos victorias porque nos dan confianza para seguir trabajando y para pensar en que podemos seguir haciendo cosas importantes, pero tampoco me planteaba ganar uno o dos. Sí empezar bien, que era lo importante, y eso lo hemos hecho.
¿Qué nota le pondría al equipo, y no sé si cuenta el amistoso frente a la Peña de Segunda RFEF, que acabó con empate?
El de la Peña era un partido en el que jugábamos todos, mezclamos varias cosas, y era un partido de entrenamiento más que de otra cosa. Yo al equipo le pongo un sobresaliente. Ha sacado dos partidos adelante contra rivales que estaban abajo, pero que son muy difíciles y que no te regalan absolutamente nada. Y lo ha hecho cambiando esas ideas y muchas de las cosas que yo quiero cambiar en el equipo. Tenemos una base muy bien hecha de todo lo que trabajó Carcedo. El equipo tiene muy buenas cosas y eso no lo voy a tocar. Conseguir dos victorias, cambiando cosas, hace que le tenga que dar una nota importante al equipo, porque no es fácil.
¿Esperaba este nivel de la plantilla?
Yo al Ibiza le había visto dos partidos este año. El último, por desgracia, el que jugó en casa contra el Sporting, que fue el que le costó el puesto a Carcedo. Me ha sorprendido para bien. Conocía casi a todos los jugadores, a algunos no, pero me ha sorprendido para bien. Creo que es un equipo con muy buen nivel, con muy buenas costumbres de trabajo y predisposición al sacrificio. Y luego, de calidad anda muy bien. De hecho, nadie regala en esta división hacer ocho goles en dos partidos. Eso dice mucho del potencial que podamos tener arriba.
Ya ha dicho que, de momento, no ha pensado en reforzar la plantilla, pero parece que con los resultados obtenidos es complicado prescindir de jugadores...
El club tiene unos límites. Las plantillas siempre son mejorables. Yo ya he hablado con Fernando [Soriano, el director deportivo] y el presidente acerca de esto, y si al final traemos a alguien tiene que ser que nos vaya a mejorar mucho lo que tenemos. Eso cuesta a lo mejor un dinero del cual en estos momentos no disponemos. Traer por traer, cuando la gente además está dando la cara y se está reivindicando y quiere estar en el equipo... Si hacemos algo va a ser muy, muy pensado y creyendo que de verdad es algo que nos va a mejorar mucho. Si no hacemos nada, no pasa nada. Tenemos una plantilla lo suficientemente amplia como para abordar hasta el final de la temporada.
¿Habló usted con Carcedo? ¿Entre los entrenadores se habla cuando se produce un cese?
Yo no he llegado a hablar con él. Me hubiera encantado porque quién mejor que el entrenador que sale para ponerte un poco al día de todo. No suele ocurrir tampoco, pero lo que sí tengo que reconocerle a Carcedo es que ha trabajado muy bien con el equipo. Lo que estaba haciendo lo hacía muy bien, pero yo ahora llego nuevo y el equipo tiene muchas cosas buenas que hay que mantenerlas. Voy a cambiar lo que crea que tenga que cambiar para que el equipo juegue como yo quiero, pero basado mucho en el trabajo que traía anteriormente.
Están diez puntos por encima del descenso. ¿Se puede ya pensar en 'play-off' a Primera?
Creo que nos volvemos locos muy rápido. El otro día me hablaban de la euforia y la comparan con la ilusión. Yo siempre he dicho que me gusta la ilusión porque es un sentimiento más de dentro y duradero. La euforia es muy subjetiva. Hoy estás eufórico y mañana deprimido. Entonces, la euforia no me gusta. Es normal que la gente se ilusione y yo quiero que la gente se ilusione. Pero lo que hemos hecho es ganar dos partidos. El equipo tiene que llegar rápido a conseguir esos 49 ó 50 puntos que sabemos que te dan la permanencia. Luego, a partir de ahí, si realmente lo hacemos con la suficiente celeridad, veremos hasta dónde podemos llegar. Pero estar pensando ahora en querer llegar al sexto sin pasar por el cuarto no puede ser. Vamos a intentar no saltarnos ninguna planta ni ningún escalón para no caernos.
¿Qué le parece esta temporada la Segunda División?
Siempre he dicho que la Segunda División española, posiblemente, sea la Liga más competida que yo conozco. Posiblemente la mejor Segunda de todo el planeta, de todo el mundo, sin lugar a duda. Creo que hay equipos, la mayoría, que han pasado por Primera División. Muchos proyectos para poder ascender y otros muchos para poder meterte en los 'play-offs'. Eso hace que la categoría esté tremendamente competida. Vemos algunos equipos que tienen potencial, que han hecho proyectos para ascender, y están ahí por la parte baja de la clasificación. Eso dice mucho de la igualdad y de la dificultad. El otro día había uno que decía: 'bueno, es que le habéis ganado al Alcorcón y al Fuenlabrada'. Eso, primero, es faltarle el respeto a ambos rivales, que son dos equipos que están en la parte baja pero muy difíciles de ganar. Lo mismo que no echo las campanas al vuelo tampoco quiero que se le quite mérito a mi equipo. Hemos sacado dos resultados adelante muy buenos, muy importantes, contra dos equipos que se están jugando la vida. Y esos rivales nunca son fáciles ni sencillos de ganar. Ojalá esta Segunda División siga así porque el hecho que haya tanta igualdad te hace no saber qué resultados puede haber. Hay una incertidumbre tremenda y eso a la competición le da mucha vida.
¿Además de la del Ibiza, tuvo otras ofertas para volver?
Estuve un año sabático que no quise entrenar. De hecho, tuve varias ofertas y dije que no. Ahora, este año que ya quería volver, sobre todo tenía bastantes cosas del extranjero. Pero no me apetecía salir fuera. Cuando me llegó el Ibiza me sedujo el proyecto y la ilusión que tenían por lo que podía hacer. Por eso me vine. El Ibiza es un club humilde que quiere cada vez ser más grande. La única motivación que me ha hecho coger al equipo es el proyecto deportivo.
¿Cuánto tardaron en convencerle?
Bueno, yo me reuní con Fernando y con Amadeo [Salvo, el presidente] y me gustó mucho lo que me transmitieron. Yo les dije que a mí me encantaba. Creo que a ellos también les gustó la manera que yo tengo de ver las cosas, muy parecida a la suya. A partir de ahí, me llamaron al día siguiente y me dijeron que si llegábamos a un acuerdo en las condiciones estaba hecho. Tampoco había mucho que negociar y que pelar [risas]. Llegamos a un acuerdo muy rápido. Yo lo tenía clarísimo cuando les oí a ellos, y por lo que se ve ellos también cuando me escucharon. Así que fue rápido.
¿El club que se ha encontrado es como lo esperaba?
Este club ha crecido muy rápido en pocos años. Se ha tenido que profesionalizar en cuatro o cinco años. Si echamos la vista atrás, la Unión Deportiva Ibiza estaba hace nada en el fútbol regional. Que el club esté en estos momentos como está es un logro inaudito porque es que no ha habido tiempo para más. Todavía tenemos muchas cosas que mejorar, indudablemente. Pero eso ya el tiempo y Amadeo, que es un tipo que quiere que su UD Ibiza crezca, lo irán haciendo poco a poco. No ha habido tiempo para profesionalizar más el club y para ponerlo en mejores condiciones de lo que está en este momento. Todo lo que sea mantenernos en el fútbol profesional hará que la UD Ibiza, cada día, esté mejor y sea cada vez un club más grande.
¿Tiene que envidiarle el Ibiza, en estructura, a clubs como el Rayo o Las Palmas, donde ha estado usted entrenando?
La gran diferencia es que acabamos de nacer en el fútbol profesional. Como todo en la vida, requiere su tiempo y su maduración. Los clubs son todos distintos. Las idiosincrasias de las aficiones son todas diferentes y cada uno tiene su encanto, sus virtudes y sus defectos. Más allá de compararlo con cualquiera, es un club que acaba de nacer y que todavía tiene una andadura por delante que esperemos que sea muy larga y exitosa. Pero digamos que, en ese aspecto, estamos en pañales en comparación con otros clubes del fútbol profesional.
¿Ve al Ibiza algún día en Primera?
Si te digo la verdad, sí. Es muy difícil que cualquier club pueda ascender a Primera División, pero en el Ibiza veo gente con ganas de crecer. Lo que se respira en toda la gente que trabaja para la Unión Deportiva Ibiza son ganas de progresar. Eso es lo que me motivó y me sedujo para coger al equipo. Conociendo a Amadeo, lo poco que lo conozco de estos días que he estado con él, no es un tipo que se quiera quedar a mitad de camino, ni yo tampoco. No he venido aquí para ser el entrenador de la UD Ibiza sólo en Segunda División. Voy a pelear porque el club crezca y, algún día, ojalá que conmigo, pueda llegar a Primera División. Con la dificultad que ello conlleva, indudablemente.
¿Es usted un entrenador de sistemas rígidos o como ha dicho alguna vez de desorden controlado?
Yo creo que si no te desordenas es imposible ganar un partido. El tema está en desordenarte ordenadamente, o con equilibrio para que el contrario no encuentre los espacios que tu dejas en el desorden. Si todos jugáramos a no desordenarnos no ganaría nadie un partido, sería tremendamente aburrido. Yo quiero que la gente sepa dónde puede ser efectiva para el equipo, y eso no pasa por jugar siempre en la misma zona. Pasa por jugar en otras zonas y por variar. En esa variabilidad es donde encuentras la sorpresa y donde el contrario no puede controlarte. Me gusta que mis equipos parezcan que son desordenados, pero en el fondo no lo somos. Esos desórdenes llevan por detrás un equilibrio rápido de ocupación de espacios que hace que seamos muy efectivos en la presión y que los contrarios sufran.
¿Cómo lleva lo de ser un técnico tan mediático?
Más allá de lo que la gente lo pueda creer, yo no lo he buscado. Parece ser que en este país, y en esta época, el decir las cosas claras te hace ser mediático. O contestar, o no dejar cosas que a lo mejor otros son capaces de dejar pasar, te hace ser polémico. No me considero una persona polémica, pero me gusta decir las cosas en su momento. Como todo el mundo, me equivoco. Sé que mi carácter es difícil. A veces me saca de problemas, pero otras me mete en ellos. No me considero polémico, pero tampoco estoy para agachar las orejas cuando haya algo que no me guste. Cuando hay algo que hay que decir, se dice. Estamos en un país democrático donde cada uno puede dar su opinión con respeto.
Con algún periodista ha tenido intercambios de pareceres, siempre con respeto. ¿El hecho de haber estado en el otro lado ayuda a comprender a la prensa un poco mejor?
Sin duda. Por la parte que me ha tocado de trabajar con los medios, y con periodistas, sin yo ser periodista, entiendo ciertas cosas que a lo mejor antes no entendía. El ponerte en los zapatos de otro te hace ver realmente lo difícil o lo fácil que es el camino. He trabajado con muy buenos profesionales, en todas las cadenas en las que he estado, y he aprendido mucho de cómo buscan las noticias y de cómo trabajan. Veo las cosas de distinta forma, sí.
¿Ya tenía ganas de volver?
Sí, tenía muchas ganas. De hecho, al primer mes de haber dejado de entrenar ya tenía muchas ganas. Es verdad también que desde el 2006 no había parado ni un solo año. Tenía ganas de descansar. Con todo esto del covid decidí quedarme en Coruña con la familia, porque han sido momentos difíciles para todos. El que más o el que menos hemos perdido algún amigo o familiar. La incertidumbre de la pandemia me hizo pensar que era el momento de parar. Me costó porque soy culo inquieto, pero me he dedicado a otras cosas, como a ver fútbol desde otros puntos de vista, a los medios de comunicación o a pasar tiempo con la familia, jugar al golf... A cosas que ahora cuando estoy entrenando no tengo tiempo. Este año me ha venido bien para descansar, tranquilizarme y para poder abordar un proyecto que me va a exigir mucho como es el de la Unión Deportiva Ibiza.
Lo que no ha perdido es su intensidad en la banda. Sigue los partidos con la misma pasión...
El día que no la tenga me iré para mi casa. Lo tengo clarísimo también. El día que sea capaz de ver un partido sentado será el que diga: 'ya no vales para esto'. La ilusión y las ganas, cada entrenador las expresa de una manera, pero yo las expreso como las expreso. El día que no sea así es porque algo ha cambiado. Entonces creo que es el momento de retirarte y de dedicarte a otra cosa.
Vaya ovación se llevó del público ibicenco tras el 6-2 al Alcorcón...
Los aplausos son para los jugadores, que son los que meten los goles y los que interpretan el fútbol. Lo que intento es meter la pata lo menos posible, darle alegría al equipo, trabajar bien con los jugadores y que se sientan contentos y confiados a la hora de salir al campo. Pero los resultados siempre digo que son de los jugadores. Sobre todo los buenos. Yo estaré ahí para cuando lleguen los resultados malos, si es que tienen que llegar. Yo creo que la gente le aplaudió a todo el mundo.
¿Le ha sorprendido que haya una nutrida afición?
Que seamos pocos, porque ahora en invierno en la isla hay menos gente, no quiere decir que no sea una buena afición. Yo el otro día dije que a mí me gustaría ver más gente en el campo, pero la que estuvo se dejó el alma, se lo pasó bien y se desgañitó. En los momentos malos, sobre todo cuando el Alcorcón se nos puso 1-2, la gente nos levantó y nos llevó arriba. ¿Que me gustaría que en vez de tres mil y pico, como el otro día, fuéramos seis mil? Pues claro. Y vamos a intentar darle a la gente lo que creo que hay que darle para que vengan al campo. No es una cuestión sólo de pedir, sino de qué podemos dar nosotros para ilusionar a la gente. Considero que de aquí a final de temporada vamos a ver cada vez más público en Can Misses.
¿Cómo se encuentra en Ibiza?
Es que en Ibiza no te puedes encontrar mal. Con mi familia he veraneado muchos años. Ahora veo otra versión de la isla que es totalmente distinta, pero aún así es un encanto de isla. No se puede estar mal aquí. Levantarte por la mañana, ver ya el mar y las playas... Ir a entrenar, encontrarte un campo en perfecto estado... Ahora mismo soy el tío más feliz del mundo porque entiendo que soy un privilegiado. He caído en un sitio donde a mucha gente le gustaría estar y vivir. Ya no sólo es una cuestión a nivel profesional sino que en calidad de vida la isla es de los mejores sitios para poder vivir.
Una última duda. ¿Se siente canario o cordobés?
Las dos cosas. Soy nacido en Canarias y estoy muy orgulloso de ser de Las Palmas, pero me siento cordobés porque me he criado en Córdoba. Posiblemente las partes más importantes de mi vida, la infancia y la adolescencia, las he pasado en Córdoba. Lo que pasa que luego he estado en dos mil sitios. Pero no quiero renunciar a ninguna de mis dos raíces: canario de nacimiento y criado en Córdoba.