"El poso de la Supercopa en Arabia de 2020 es el Atlético"

Iván Díaz Infantes (Mora, Toledo, 1979) aterrizó en Yeda (Arabia Saudí) el pasado agosto de la mano de Cosmin Contra, una tierra en el desierto, tan lejos del verde y los montes en los que creció, desde los cinco años, en Arenas de San Pedro, Ávila. La suya es también cantera rojiblanca, aunque en el apartado físico. Respira Atleti (adonde llegó en 2006, equipo Alevín en Cotorruelos), método Profe (en su equipo de ayudantes desde 2014). 14 años con un paréntesis de dos en el Ludogorest y un último paso por el Femenino antes de esa llamada. La de Contra. Para ser el preparador físico del Al-Ittihad.

Ese campo, hace dos años, que fue el del Atleti en su preparación a la Supercopa de España, la primera en Arabia, la de Yeda. El poso de aquella competición, aún está en la ciudad. "Muchos aficionados del Atleti, su nombre. En aquella Supercopa todo el mundo quería un Madrid-Barça en la final, que era lo que conocían". Pero los del Cholo ganaron a los culés, en su semifinal, y aquella final que soñaban nunca se produjo. Fue Madrid-Atleti. "Le enseñó a los árabes que había una tercera opción, un tercer equipo". El Atleti. Su Atleti.

"Que mi equipo corra como el Atleti"

"Quiero que mi equipo corra tanto como el Atleti", le dijo el presidente del Ludogorest cuando lo fichó, en 2019. Ahora lo hacen los futbolistas del Al-Ittihad, aunque con costumbres que condicionan. "Se vive más de noche que de día, solemos entrenar por la tarde y el día de descanso siempre es al día siguiente de partido, regenerativo". Las mujeres, por cierto, siguen yendo a los campos pero como desde 2018 (cuando se permitió su acceso) a aquella Supercopa: en zonas habilitadas para ellas, cerradas y siempre acompañadas por hombres. Sólo en la zona VIP, habilitada para las mujeres y parejas de los futbolistas se mezclan y pueden estar solas. Lo sabe bien Iván. En el último mes su mujer, Matilde, su hija, Adriana, y su hijo, Hugo, viven los partidos del Al-Ittihad, líder, desde su grada, sin restricciones ni candados, con libertad, como las que tuvieron las mujeres en aquella Supercopa de 2020.

"Mi familia y el trabajo son mi vida aquí", dice Iván, en 2022, hasta que su mujer y sus hijos regresen a Madrid, mediado enero. Entonces sus días serán solo trabajo, como hasta ahora desde agosto. Por las mañanas, preparando metodología para la Academia de la que es co-fundador, Construye Fútbol, y contenido de entrenamiento. Por la tarde, las sesiones, dos horas antes en la ciudad deportiva, dos de sesión y dos después. Lo lúdico son las únicas opciones que te ofrece la ciudad, a los pies del Mar Rojo, centros comerciales (tienen hasta parques de atracciones bajo sus techos), resturantes y paseos por Corniche, lugar donde precisamente se alojó el Atleti hace dos años. "Su semifinal ante el Athletic iba a ser en Yeda". Un reencuentro para Iván. Con el staff, con los futbolistas. Y muchas peticiones. "Muchos futbolistas del Al-Ittihad me lo decían: ¿Podemos ir contigo? ¿A visitar? ¿Y pedirles una camiseta". Por ese poso de la primera Supercopa en el país. El Atleti. "Aunque ahora los resultados siembren dudas, el Atleti a un partido es letal". Él lo sabe bien. Ya tocó, ayudó a levantar una. Cuando llegó al primer equipo. En 2014. Ante el Madrid.