El Leganés negocia renovar a Sergio
El diálogo ha comenzado y la predisposición de ambas partes invita al optimismo. El futbolista cuenta con un salario discreto pese a su rol de protagonista creciente. Gusta su personalidad.
El Leganés ya negocia la renovación de Sergio González, defensa madrileño de 29 años asentado en el eje de la defensa como titular intocable para Mehdi Nafti. Los contactos avanzan y aunque por ahora no hay visos de un acuerdo inminente, la predisposición de ambas partes es máxima. Sergio quiere seguir en Leganés y el Leganés, contar con él para próximos cursos visto su ejemplaridad dentro y fuera del terreno de juego.
Ahora sólo queda llegar a un acuerdo de años y salario, punto éste en el que se presupone que debería haber una mejora después de haber aterrizado en Butarque en 2020 con una nómina discreta en comparación con la del resto de centales con los que se bate el cobre para ser titular partido tras partido.
El interés del Leganés por ampliar su contrato no es el único que tiene Sergio sobre la mesa. Varios conjuntos de Segunda han llamado a su puerta, pero el futbolista da prioridad a la continuidad, salvo que ésta se enquiste y, entonces sí, tenga que escuchar otras ofertas. La lógica dice que no debería ser necesario llegar a este punto.
El interés pasado del Oviedo
En Butarque saben del interés que suscita Sergio entre otros conjuntos de Segunda. Ya el pasado verano el Oviedo opositó fuerte para hacerse con sus servicios pero solo el fichaje frustrado de Maras por los pepineros (ahora en el Rayo, era objetivo blanquiazul) frenó una marcha que el jugador no ambicionaba, pero el Lega no veía con malos ojos. También tras su llegada a Butarque se barajó la posibilidad de que el Cartagena lo incorporase a su plantilla en calidad de cedido, un plan similar al que ya existía con Javi Hernández, como el propio lateral jerezano admitió en As.
El empecinamiento de Sergio de continuar en Madrid para ganarse la confianza de sus entrenadores ha acabado dándole rendimiento. La temporada pasada comenzó defenestrado por Martí y acabó siendo indiscutible para un Garitano que, ya en el curso vigente, empezó sin darle bola y acabó usándolo en sus últimos partidos con regularidad. “Sergio es un ejemplo”, dijo el técnico de Bergara. Con Nafti la historia se ha repetido, sólo que en su caso las suplencias le duraron poco.
Rápidamente se convirtió en un habitual por delante de otros centrales llamados (sobre el papel) a tener más protagonismo, como Omeruo o Tarín. Esa regularidad le ha permitido forjar dúo en el eje con Bruno y colarse en el once blanquiazul con más minutos este curso. Ya acumula 990 en doce partidos, de los que once ejerció de titular. Esa regularidad y una personalidad trabajadora, enfocada a hacer grupo y no a reclamar prebendas personales gusta en Leganés. Las negociaciones avanzan para atarlo de cara a las próximas temporadas.