El Liverpool, en un lío: la EFL le investiga por falsos positivos
Varios clubes han denunciado a la organización que los 'reds' pidieron aplazar su partido y después no informaron de que realmente solo había un contagio.
El Arsenal-Liverpool de la EFL Cup quedó aplazado después de que la EFL aceptara la petición de los 'reds' con el fin de evitar un brote de coronavirus. Sin embargo, ahora, según informa The Athletic, dicho aplazamiento puede costarle muy claro a la entidad debido a la sospecha del organismo regulador del fútbol inglés de que este fue premeditado y que realmente no existía un riesgo de contagios, tal y como se remarcó en su momento.
De hecho, algunos clubes son los que han reclamado la extrañeza de la situación por los falsos positivos que posteriormente confirmó el equipo de Klopp. Las entidades que han participado en la protesta piden que se esclarezca el momento exacto en el que el Liverpool se enteró de que sus contagiados realmente no padecían la enfermedad. Tienen sospechas de que esto se pudo dar antes de la disputa del partido y que, por tanto, no era necesario aplazarlo tal y como finalmente sucedió.
Antes del partido ante el Arsenal, el Liverpool se sometió a dos pruebas. Toda la plantilla pasó por un test de antígenos, del cual salieron unos cuantos positivos, sin cuantificar. Posteriormente, para constatar estos casos, se hicieron una PCR en un labotatorio independiente. De nuevo, los resultados mostraron que una serie de futbolistas habían contraído el COVID-19.
Tras ello, hubo una tercera ronda de pruebas para confirmar definitivamente qué jugadores estaban afectados. Entre esa segunda y esa tercera visita a los servicios médicos, se aplazó el partido. Finalmente, esos nuevos test informaron de que la mayoría de casos que se habían dado anteriormente eran falsos positivos y que solo uno estaba realmente contagiado: Trent Alexander-Arnold.
Siempre según la información de The Athletic, al Liverpool se le pidió que informara de los resultados de esas terceras pruebas para conocer la situación sanitaria de su plantilla. El club se mantuvo en silencio y no informó de en qué momento supo que sus jugadores estaban libre de la enfermedad.
No fue hasta unos días más tarde cuando Jurgen Klopp, tras ganar al Shrewbury Town, contó que solo Alexander-Arnold había dado positivo. Así lo explicó: "La semana pasada tuvimos un brote y resultó que muchos de los que teníamos eran falsos positivos. Pero las reglas son como son, por lo que todos esos jugadores que son falsos positivos no podían jugar. El único real fue el de Trent Alexander-Arrnold".
Este asunto ha levantado suspicacias en Inglaterra, porque hay clubes que consideran que no hay un criterio claro a la hora de decidir qué partidos se pueden aplazar y cuáles no. Este enfado ha sido trasladado a la EFL, que, siempre según The Athletic, ha iniciado una investigación que le podría salir muy cara al Liverpool si se confirman las sospechas de dichas entidades de que no quiso informar de que sus futbolistas eran falsos positivos y, por tanto, afrontar que el partido no se aplazase.