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ITALIA

Oficial, Insigne se va al Toronto

El delantero aceptó la oferta bomba de los canadienses (15 millones netos por temporada) y dejará al Nápoles al final de este curso.

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Mirko Calemme
Nació en Nápoles en 1988. Desde 2014 es corresponsal en Italia de AS, para el que cubre la información de la Serie A, de la Nazionale, de los equipos italianos en las competiciones UEFA y del mercado de fichajes internacional. También fue actor y trabajó en una película con Pierce Brosnan. En serio.
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Ya es oficial: Lorenzo Insigne, a partir del 1 de julio, se convertirá en la nueva estrella del Toronto. El delantero del Nápoles no supo decir que no a la oferta bomba del conjunto de la MLS, que le puso sobre la mesa 15 millones netos en cada curso hasta 2027 entre sueldo, variables y patrocinadores. El anuncio oficial llegó esta tarde, después de que los canadienses dejaron varias pistas sobre su incorporación, publicando, por ejemplo, la definición de 'tiraggiro', la típica rosca del italiano.

Insigne, napolitano y crecido en la cantera del Nápoles, dejará entonces el club de sus amores tras diez temporadas con 415 partidos, 114 goles y casi 100 asistencias. Números que todavía podrá mejorar (le queda solo un tanto para alcanzar a Maradona), en una temporada que ve a su equipo optar por scudetto, Europa League y Copa italiana.

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Bajo el Vesubio, el extremo ganó dos Copas y una Supercopa de Italia, y lo que extraña es su adiós a Europa con apenas 31 años y un año después de coronarse campeón de Europa. La decisión surgió por la mala relación con el presidente azzurro, Aurelio De Laurentiis, que le ofreció renovar a la baja, pasando de un sueldo de 5 millones netos a uno de 3.5. El entorno de Insigne asegura que si el club le hubiese confirmado su salario, se habría quedado en su casa.

Ante este panorama, el jugador prefirió descartar otras opciones (también le buscaron Juventus e Inter) para no 'traicionar' a su hinchada, que está de todos modos muy molesta por su adiós. La despedida se alargará durante los próximos cinco meses, en los que Spalletti, sin ninguna duda, seguirá apostando fuerte por su capitán. No fue el final soñado, pero habrá que buscar, al menos, un final feliz.

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