La explosión definitiva de la burbuja de la Superliga china
Termina la liga china con un campeón inesperado, el Shandong Taishan. Se acabaron los grandes fichajes y los clubes más famosos desaparecen o descienden.
Terminó la Superliga china con un campeón inesperado, el Shandong Taishan en el que juega Fellaini, y se confirmó definitivamente que la burbuja del fútbol chino está pinchada, explotada, con 12 de sus 16 equipos al borde de la bancarrota, y va a tardar un tiempo en volver a inflarse, si es que alguien se aventura a intentarlo. Atrás han quedado los tiempos en los que los clubes del país oriental tentaban a las grandes estrellas del fútbol europeo con cuantiosas cantidades de dinero para sus bolsillos, en la mayoría de casos, con ofertas sobredimensionadas, a fin de convertir la liga china en la más poderosa de Asia y hacer de ella un atractivo mediático que la llevara a competir con las europeas en un futuro. Eso se acabó.
Han pasado solo seis años, pero qué lejos parece cuando el Jiangsu FC, equipo del grupo Suning, dueño también del Inter Milan, rompía el mercado con el fichaje de Alex Texeira, un brasileño del Shakhtar, por 50 millones de euros, y con la compra de Ramires al Chelsea por 28. En 2019, hace apenas dos años, se le atribuía con insistencia un gran interés por Gareth Bale, una operación que no llegó a fructificar. Destinado a convertirse junto al Guangzhou FC en el Madrid y el Barça de esta nueva era de la Superliga china, el Jiangsu desapareció la temporada pasada después de haberse proclamado campeón. Sus deudas superaban los 100 millones de euros, casi la mitad de lo que ganan todos los clubes de la liga juntos por derechos televisivos (entre 150 y 200 millones).
Quien era el gran rival del Jiansung, el Guangzhou, también está en riesgo de quiebra. Por sus filas han pasado desde el 2010 jugadores como Lucas Barrios, Darío Conca, Gilardino, Paulinho y Jackson Martínez, entre otros, además de técnicos como Scolari y Lippi, dos campeones del mundo. Esta temporada ni siquiera se ha clasificado para la Champions asiática, lo que coloca al club en una delicada situación, ya que sus deudas también superan los 100 millones de euros.
Otros clubes como el Dalian Pro, perteneciente al grupo Wanda y que llegó a fichar a Carrasco, y Gaitán, entre otros, y a técnicos con pasado madridista como Rafa Benítez, Bernd Schuster o López Caro, con el que se proclamó campeón en 2017, confirmó ayer su descenso en la última jornada sin estrellas reconocibles. No hay dinero en la Superliga china, y sin él, el intento megalómano de crear un torneo chino capaz de competir con Europa se ha ido al traste.