El tinerfeño decide el derbi para Las Palmas
Kirian le dio el premio a los de Mel que jugaron mejor que un Tenerife que no supo reaccionar y no hizo un buen partido.
Un tinerfeño decidió el derbi para Las Palmas. Fue Kirian, quien desde la frontal sorprendió a Soriano para ganar en el Heliodoro dos décadas después.
Ramis sacó su once previsible, mientras que Mel sorprendió con la presencia de Loiodice quien a principios de semana parecía que no llegaba. Quien fue baja de última hora fue Pejiño, que ni siquiera se desplazó. El duelo empezó eléctrico, con el cuadro visitante mordiendo muy arriba, sobre todo por la derecha de su ataque.
Sin embargo, la primera ocasión clara la tuvo Elady Zorrilla quien en el área pequeña cabeceó alto cuando parecía más fácil meterla que fallarla (5'). Esa acción envalentonó al Tenerife que empezó a creérselo un poco más. Otra vez el ex Cartagena tuvo una ocasión tras robo de Aitor Sanz, pero remató incómodo (15').
El partido era trepidante. A la contra, volvió a tener una buena ocasión el cuadro local, pero esta vez Shashoua remató sin demasiada convicción. En los amarillos, Jonathan Viera trataba de marcar su calidad, pero estaba bien vigilado.
A la media hora, el ritmo del duelo bajó un poco, situación en la que la UD se mostraba algo más cómoda que tocaba y tocaba con criterio, aunque sin profundidad. Poco pasó de allí al descanso –salvo la lesión de Loiodice-, porque el Tenerife se fue apagando y Las Palmas controló más, pero sin pegada.
Nada más empezar la segunda mitad, Bermejo probó los guantes de Raúl quien repelió a córner (46'). Tuvo Viera una buena ocasión en el lanzamiento de una falta, pero lanzó a las manos de Soriano (51'). Instante antes se protestó un posible penalti sobre Moleiro. Los de Mel parecían más cómodos en el campo.
A la contra, Jesé pudo adelantar a los grancanarios, pero Juan Soriano sacó una mano providencial para salvar a los suyos (63'). Era el mejor momento de los de Mel, mientras los de Ramis no encontraban los caminos y solo probaban de lejos. Así, llegó el premio con un lanzamiento desde la frontal de Kirian que sorprendió al meta local.
De ahí al final, el Tenerife fue sin ideas, pero tampoco sin corazón. Solo tuvo una leve ocasión de Elady que desbarató Raúl Fernández.