REAL MADRID
Luis Ferrer: "Le dije a Mbappé: 'Espera cuatro años y haz la puerta de salida más grande"
Trabajó en la secretaría técnica del PSG y fue uno de los hombres fuertes de la operación Mbappé. Ahora es un actor principal del mercado francés con su agencia LF360.
Atiende a AS por teleconferencia, haciendo un hueco en su apretada agenda parisina. Acaba de llegar de Argentina, un mercado al que también mira, aunque son las muchas perlas que salen de los barrios periféricos de París las que le ocupan en su agencia LF360. Antes de ponerla en marcha estuvo 11 años en la secretaría técnica del PSG. Luis Marcos Ferrer fue protagonista de una de las operaciones históricas del fútbol, la que llevó a Mbappé a París esquivando el interés del Madrid, que incluso fue llevada a un documental por Canal + Francia.
¿Cómo se presenta Luis Ferrer?
Soy un argentino, cordobés, que se hace camino en Francia y en el mundo. Y es gracias al fútbol, que te abre puertas y te da sorpresas. Yo tuve la suerte, además, de que tenía un vínculo familiar con la persona que trajo aquí a mucha gente, desde Osvaldo Piazza, que marcó época en Saint Etienne, hasta Carlos Bianchi, pasando por Omar Fonseca, David Trezeguet… Esta persona se llama Rafael Santos.
¿Y a usted le apoyó?
Es pariente de parientes, y de pequeño me dijo: “Te voy a llevar a jugar al fútbol a Francia”. Y cumplió.
¿Cómo se dio?
Tuve la suerte de que River me quisiera fichar para su cantera siendo jovencito. Coincidí con gente potente como Marcelo Gallardo, Hernán Crespo… Luego fui a Sarmiento de Junin. Subimos de categoría. Yo tenía 21 años… Y fue ahí donde apareció Rafael Santos para traerme al Grenoble. El arranque fue difícil, no tenía el idioma ni la doble nacionalidad, y eso me complicó las cosas.
¿Qué pasó después?
Pues que jugué diez años entre Segunda y Tercera. Pero mire, ahí ya veía yo que lo mío era el mercado, el mover jugadores, el trazar estrategias para potenciar los equipos. Y mi carrera en ese sentido empezó en el Niza. ¡En aquella época todo era distinto! En los principales equipos estaban el presidente y su amigo, y ellos armaban un equipo. Ahora todo está hiperprofesionalizado. Cada staff es un mundo.
¿Y cómo es el del PSG?
Fueron once años los que estuve trabajando allí… Han sido varias etapas y muy distintas. Tenga en cuenta que a mí me ficha el PSG en 2009, cuando todavía no había entrado el capital de Qatar.
¿Usted de qué es encargaba exactamente?
En los últimos tiempos, sobre todo de llevar jugadores allí con vista a revalorizarlos y que tuvieran una buena venta posterior. Tenga en cuenta que siempre ha habido una limitación, la del Fair Play Financiero, y esa parte del negocio, la de vender jugadores, también era importante para el PSG.
Entiendo…
Luego se daban sorpresas. Como por ejemplo Lo Celso, que fue una de mis operaciones. Nadie esperaba que se afianzara en el primer equipo, pero ahí estuvo Emery para apostar por él. Pero sí, mi trabajo era traer futbolistas no sólo para el primer equipo, sino para rentabilizarlos.
¿Con qué se queda de esos 11 años en París?
Con lo que aprendí de Antero Henrique… Tuve una conexión genial con él. Hicimos a Neymar, a Mbappé… Cosas increíbles.
¿Era usted su hombre de confianza?
Él tenía un equipo muy grande, Joao Alfonso era el director de scouting, Maxwell era el coordinador… Luego, cuando llegó Leonardo, sentí que ya me tocaba hacer mi propio camino.
¿Cómo es Al-Khelaïfi?
Le tengo muchísimo respeto. Es educado cien por cien, tiene una gran calidad humana, y cada vez que lo tuvimos que solicitar por un jugador se puso a nuestra disposición para colaborar. Sucedió, por ejemplo, en la Operación Mbappé.
¿Cómo fue el dispositivo para fichar a Mbappé?
El PSG se volcó mucho. Antero fue un profesor en esto. Mbappé era el objetivo número uno. Y eso que ya había venido Neymar. Ya entonces se veía el potencial del chaval, aunque tenía 17 añitos, y se consideró un movimiento estratégico.
¿Cómo lograron ficharle?
Fue un trabajo largo, de casi un año. Y Unai Emery fue vital para traerlo, se mojó y le dijo: “Conmigo vas a jugar titular. Sea como sea, tú eres mi jugador”. Y eso es fantástico para poder convencer a alguien cuando no tienes las mismas herramientas, como, por ejemplo, todo un Real Madrid. Y encima existía una dificultad, los 222 millones de Neymar habían provocado que no se pudiera hacer el negocio en ese momento, sino a un año vista.
Así que Emery…
Hoy por hoy no hay un entrenador en el mundo que te prometa el puesto de titular. Y él lo hizo, y fue vital para nuestro trabajo. Hablábamos de un chaval de 17 años y de todo un PSG cargado de estrellas.
¿Usted también fue clave?
Aquí en Francia ya se ha contado, sí. Fue mi prioridad siempre estar cerca de él, mantener el hilo, es el mandato que me dieron. Yo tenía carta blanca en este tema.
¿Qué tipo de cosas hacía?
Pues incluso estuve en Ibiza con él justo después de su fichaje, bueno, de dejarlo cerrado y que se quedara cedido en Mónaco. Había que cuidarlo. Ahí me di cuenta de que no iba a ser nunca más el Kylian que conocí meses atrás. Con 18 añitos todo el mundo le conocía en la isla. Y eso ni siquiera había pasado por mi cabeza.
¿Y su entorno?
Mbappé tiene una ayuda importante. Su padre es un hombre de fútbol y su madre también fue deportista. Y está muy bien aconsejado. Y tener eso cerca es muy importante para los chicos que empiezan. Yo creo que ha elegido bien en lo que va de carrera.
¿En aquella operación lo dio por perdido alguna vez?
Muchas… Porque detrás estaba el Madrid, que era su gran sueño. Y el Madrid de Zidane. Cuando el Madrid se cruza en tu camino en una operación de este tipo es raro que salga… Pero salió.
¿Cuál fue el principal argumento para convencerlo?
Lo joven que era. Yo le decía: “Quédate aquí, París es tu ciudad, está la Copa del Mundo a la vuelta de la esquina, triunfa primero aquí, siempre tienes tiempo para irte…”. Le decía: “Haz tres o cuatro años aquí y después vas al Madrid. Tienes tiempo. Es mejor llegar por una puerta más grande aún”. Ese fue mi argumento... Lo que pase a partir de ahora, si se cumple, ya no es cosa mía ni tengo información.
¿Cómo ha vivido Mbappé estos años aguantando sin renovar?
Él siempre ha sido muy claro con sus intervenciones en la Prensa. Lo ha ido explicando todo. Hasta que no esté todo firmado no hay nada decidido, el fútbol es así. Así que vamos a ver qué pasa.
¿Cómo es realmente Mbappé?
Yo estoy condicionado, no soy objetivo, pero no he visto nada igual. No es sólo el jugador, es la persona. Cómo está focalizado en lo que hace. Para mí, todavía no está en su mejor momento.
¿Crecerá más?
Todavía no ha tocado techo. Le falta la Champions, aunque ya ha ganado mucho… pero tiene más para dar.
Decía usted que su sueño, además, es el Madrid. ¿Le habló alguna vez de ese sueño?
Le contaré una anécdota. En esta estrategia que trazamos, hubo un momento en que le visitamos en su casa del barrio de Bondy Antero Henrique y yo. Eran finales de mayo, casi con la temporada terminada. Y de repente paso al baño, y hasta en el baño mismo había fotos del Madrid… Y llamé a Antero: “Entra al baño y mira lo que hay ahí”. Esa era nuestra situación…
Es difícil de imaginar cómo consiguieron que se quedara en París…
Es el fútbol.
¿Y ese fútbol ahora lo domina la cantera francesa?
El fútbol francés está claramente en su mejor momento. Somos los mejores exportadores de talento. Mire en España, los mejores jugadores vienen de aquí: Benzema, Griezmann, Dembelé, Lenglet, Koundé… Y en la Premier sucede igual. Hay una auténtica explosión. Y a Mbappé le queda recorrido.
¿Por qué se ha dado esa circunstancia?
Francia domina el mercado porque está sacando al tipo de jugador ideal para el fútbol que se practica ahora, que combina calidad y energía, fuerza… Esa mezcla que hay en Francia por las colonias es ideal. Yo vivo aquí, y le digo que, a mi juicio, ahora en Francia hay tanto o más talento que en Argentina. Y el boom se está dando especialmente en París y en sus alrededores.
¿De ahí que usted se haya centrado en su propia agencia, LF360?
Tuve muchas propuestas para ir a otros equipos después del PSG, pero me sentí con la fuerza de intentar dar un plus a los jugadores, una gestión integral que abarcara todos los campos. Intento hacer las cosas bien y, se lo aseguro, en estos momentos París tiene muchos jugadores que dar al fútbol europeo. En eso estamos centrados ahora.