Cucurella y Welbeck ahondan en la crisis del Chelsea
El lateral español asistió al delantero inglés en el descuento ante el Chelsea y rescata así un punto para el Brighton. Lukaku, que volvía la titularidad, marcó el 1-0.
En Stamford Bridge deben estar deseando que termine el año. Tras un 2021 histórico tras la consecución de su segunda Champions, los de Tuchel han terminado el año en plena crisis de resultados. Una crisis que les aleja casi definitivamente de la lucha por la Premier ante un City que está intratable. Aunque hay motivos para pensar que la situación puede revertirse. El fútbol son detalles y si Welbeck no hubiera empatado en el 91' para el Brighton, lo más probable es que todos los focos habrían apuntado hacia los brotes verdes, que los hay, como por ejemplo, la titularidad y el gol de Lukaku.
La conversación entre Tuchel y el belga, que no era titular desde el 16 de octubre, en la que el delantero le reclamaba al técnico más protagonismo dio sus frutos más rápido de lo esperado. Lukaku salió de inicio ante el Brighton y abrió el marcador a la media hora de juego con un potente cabezazo a la salida de un córner botado por Mount. Igual Tuchel debió pensar que deben hablar más a menudo.
Previamente al tanto, el Chelsea ya había demostrado su superioridad en el juego. Jorginho, esta vez con Kovacic a su lado en lugar de Kanté (sin noticias de Saúl), manejaba los tiempos del partido y los blues monopolizaban las ocasiones. Azpilicueta, que ayer cumplía su partido 450 con el Chelsea, el séptimo jugador en llegar a esa cifra, pudo abrir el marcador en los primeros minutos pero su disparo acabó estrellándose en el poste.
Las malas noticias para Tuchel llegaron en la segunda parte. Christiansen y Reece-James se retiraron lesionados y son dudas para el partido del próximo domingo ante el Liverpool. Sus posibles bajas unidas a las de Thiago Silva y Chilwell podrían obligar al alemán a improvisar una defensa inédita ante un Liverpool que sí podrá contar con Salah y Mané justo antes de que ambos se marchen a la Copa de África.
El Chelsea empezó a coquetear en exceso con el empate. Mendy empezó a salir en la pantalla más que Robert Sánchez y Tuchel no dudo en cambiar sus fichas. Metió a Kanté por Hudson-Odoi para fortalecer el medio del campo y entonces los blues, con tres mediocentros, volvieron a ser ese equipo rocoso contra el que hay que superar varias pruebas del Juego de Calamar para hacerle una ocasión clara de gol. Ahí parecía acabar el partido, pero en el descuento, un centro medido de Cucurella a la cabeza de Welbeck hundía al Chelsea y casi todas sus esperanzas de seguir luchando por la liga.