El amargo regreso de Varane
El gol del Newcastle United llegó tras un error del futbolista francés.
Raphaël Varane volvió a jugar el lunes. Dos meses después de su último encuentro. Todavía no había estado disponible para Ralf Rangnick, pero en St James’ Park regresó al equipo inicial. Pronto, a los seis minutos, cometió un error que su equipo pagó caro. Le ganó la partida a Callum Wilson, que trataba de recibir un saque de banda de espaldas a la meta de De Gea, todavía en el centro del campo. El defensor galo se hizo con el esférico, pero estuvo falto de chispa. Se echó en falta la intensidad que se le presupone a un equipo entrenado por Rangnick. Varane fue el ejemplo perfecto. Se durmió y Sean Longstaff le quitó la cartera.
Y luego asistió a Allan Saint-Maximin, que abrió el marcador. Fue una de las principales incorporaciones del pasado verano. Suya era la tarea de ofrecer, por fin, fiabilidad defensiva. Iba a liderar la zaga junto a Harry Maguire, pero a Raphaël Varane la ha acostado asentarse en el equipo, primero con Ole Gunnar Solskjaer, y después con Ralf Rangnick. Especialmente debido a problemas físicos. En octubre regresó de una concentración con la selección francesa con una pubalgia. Posteriormente se dañó los isquiotibiales en el empate frente a Atalanta en la Champions League. Solo ha podido disputar diez encuentros con su nuevo equipo, mostrando las mismas luces y sombras que el resto de sus compañeros.
Un central irregular en un conjunto irregular. Solo en partidos, frente al Wolverhampton Wanderers y el Tottenham Hotspur, ayudó a que el Manchester United terminase con la puerta a cero. Capacidades tiene. Su juego aéreo, su anticipación y su calma para sacar el balón jugado son sus principales atributos. El campeón del mundo con Francia, y de Europa con el Real Madrid, no anda falto de galones. A falta de encontrar ritmo y de ganar en regularidad, al galo le queda el consuelo de no conocer la derrota todavía con su propio equipo. Aunque quizá éste sea un alivio insuficiente. Solo la aparición de Edinson Cavani en el segundo tiempo evitó que el error de Raphaël Varane tuviera un coste más alto. El uruguayo rescató un punto marcando a veinte minutos para el final.